Ayer en Highland Park, Chicago, 6 personas fueron asesinadas y 24 resultaron heridas durante los festejos por el día de la independencia.
En el día de ayer, en medio de los festejos por el 9 de julio – día de la independencia en Estados Unidos – ocurrió un tiroteo masivo en el suburbio de Highland Park, al norte de Chicago (Ilinois). El trágico saldo de este nuevo episodio de violencia fue de 6 personas fallecidas y al menos 24 heridas. Un joven de 22 años fue detenido por la policía local como presunto autor del hecho.
Ilinois es uno de los cinco estados en los que está prohibida la tenencia de armas de fuego en un sitio público. Además, en Highland Park tuvo lugar una gran reunión en apoyo del control de armas el pasado 11 de junio. Las manifestaciones que se convocaron en diferentes puntos del país en las últimas semanas lo hicieron bajo el lema de «March for Our Lives» (Marcha por nuestras vidas). «Basta», «Regulación», «Protejan a los pibes no a las armas» eran algunas de las consignas pintadas en las pancartas.
La crítica a la libre portación de armas se instaló en la agenda del país. La causa fueron una seguidilla de tiroteos masivos, como el del el 14 de mayo, donde un supremacista blanco asesinó a 10 personas negras tras disparar en un comercio en Buffalo (Nueva York). Pocos días después, el 24 de mayo en una escuela primaria en Uvalde (Texas) 19 estudiantes y dos maestros perdieron la vida producto de un tiroteo. En ambos casos los tiradores tenían a penas 18 años.
Estos hechos causaron una enorme conmoción y abrieron un enorme debate en el seno de la sociedad estadounidense. No sólo se suceden los posicionamientos públicos de figuras de la cultura y el espectáculo a favor del control sobre la portación de armas. El foco de las manifestaciones callejeras a lo largo del país está puesto en su mayoría en la necesidad de la actuación urgente de los gobiernos y funcionarios.
Las cifras de la violencia aumentan al calor de las grandes de ganancias obtenidas por la venta de armas
Según la asociación Gun Violence Archive, solo en 2021 se registraron 692 episodios violentos con armas de fuego, llegando a una cifra récord desde 2014. Las alarmas se encendieron porque desde principios de año, en apenas 145 días, ya ocurrieron 213 tiroteos masivos. En este país el derecho a poseer un arma está garantizado por la Constitución.
El negocio de la industria armamentística es enorme (tal como se retrata en el documental del 2002 de Michael Moore «Bowling for Columbine»). De allí la consiguiente falta de regulación por parte de los gobernantes producto del lobby de las empresas. La venta y posesión de pistolas, revólveres y rifles se ha disparado en los últimos años. Según datos del sitio Small Arms Analytics, más de 23 millones de armas se vendieron en 2020 y casi 20 millones en 2021.
Según un artículo publicado por Forbes Argentina: «Las ventas anuales de armas de fuego en EE.UU. alcanzaron un récord histórico de US$ 22,8 millones (o US$ 1,9 millones por mes) en 2020, un aumento del 64% con respecto al año anterior. Luego, hubo una disminución gradual a US$ 19,9 millones (o US$ 1,66 millones por mes) en 2021 y un promedio de US$ 1,5 millones por mes en los primeros cuatro meses de este año. Estas cifras están todavía muy por encima de los niveles previos a la pandemia, según cifras de la firma de investigación Small Arms Analytics and Forecasting.»
Cabe destacar que factores como la pandemia – con los trastornos que supuso en términos económicos y sociales – y el auge de los grupos supremacistas de ultraderecha tras la llegada al poder de Donald Trump han impulsado notablemente los hechos de violencia. Entre ellos, los tiroteos masivos. Lo interesante es que estos hechos no son hechos atípicos dentro de la sociedad estadounidense aunque es notorio que en los últimos años su frecuencia ha aumentado de forma notable.
Demócratas y republicanos como garantes de la libertad de impulsar el negocio de la muerte
El presidente Joe Biden viene optando por un discurso de condena de los hechos de violencia y el firmó el mes pasado el proyecto de ley sobre violencia con armas de fuego. Aunque sus declaraciones condenen los tiroteos masivos y la libre portación de armas, o más bien su falta de regulación, no tiene intenciones de ir hasta el final contra los intereses de los grandes ganadores del negocio de la muerte. En el mismo artículo antes citado de Forbes Argentina hablan de 8,8 millones como la cantidad promedio anual de armas de fuego producidas en los EE. UU.
Por otro lado, los conservadores y la ultraderecha avanzan con la instalación de una agenda reaccionaria. Hace días, mientras anulaba el fallo que permitía el acceso al derecho al aborto, la Corte Suprema fallaba a favor de una expansión de los derechos de tenencia de armas de fuego en medio de la ola de tiroteos masivos. Donald Trump no se quedó atrás y ha sido uno de los más vomitivos al agitar sobre la libre portación de armas en reuniones de la NRA, la xenofobia y el racismo en medio del auge de los ataques.
Los desarrollos de los últimos días dejan en claro que está lejos de saldarse este debate que involucra la puesta en cuestión de los intereses de un negocio de los más lucrativos en el país del norte. Lo cierto es que los políticos que gobiernan para defender los negocios capitalistas desprecian, dentro y fuera de sus territorio, las vidas humanas que se pierden para garantizar enormes ganancias a un puñado de empresarios.
Un nuevo tiroteo masivo reaviva el debate sobre la portación de armas – Izquierda Web