Historia Argentina. Represión y neoliberalismo. Unidad 5.
Historia Argentina. Represión y neoliberalismo. Unidad 5.

Historia Argentina. Represión y neoliberalismo. Unidad 5.

Historia argentina. (me.gov.ar)

Unidad 5
Represión y neoliberalismo: de la dictadura de 1976 a la crisis de 2001
136 Historia arGENtiNa
aCERCa dEl tERRoRismo dE Estado
Como hemos visto en el recorrido de la historia argentina, en algunas
ocasiones, el Estado en vez de garantizar la seguridad y la integridad de las
mayorías, es puesto al servicio de sectores minoritarios de la sociedad. Grupos
e individuos pertenecientes a los sectores populares y medios quedan, cuando esto sucede, desprovistos de sus derechos y garantías. Podemos observar
que esto ocurre incluso a veces en el marco de gobiernos democráticos pero,
en la gran mayoría de los casos, se produce bajo dictaduras militares, que son
también cívicas dado que las fuerzas represivas actúan en representación de
los intereses de un sector de civiles que, por lo general, intenta no mostrarse,
permanecer oculto.
Durante el siglo XX, nuestro país atravesó cinco procesos dictatoriales.
Los momentos en que los grupos dominantes tuvieron que dejar el control del
Estado, o de una parte de este, en otras manos, acudieron a la intervención de
las fuerzas armadas en la vida política para, a través de ellas, retomar los lugares o espacios de poder perdidos. Emplearon a la vez una violencia paraestatal,
es decir, una violencia de carácter ilegal y terrorista.
Cuando la población queda indefensa, cuando el Estado no cumple la función de garantizar los derechos y garantías de los ciudadanos y, por el contrario,
utiliza la violencia, se genera un contexto de vulnerabilidad y miedo. La generación de terror sobre las personas se utiliza con el fin de paralizarlas.
En esta unidad lo invitamos a reflexionar sobre el “terrorismo de Estado”
a partir del análisis de:
● su implementación durante la última dictadura cívico-militar (1976-1983),
● sus antecedentes en el período 1955-1976,
● su relación con la aplicación de un plan económico neoliberal entre los
años 1976 y 2001.
EntRE diCtadURas y gobiERnos CivilEs
tUtElados (1955-1973)
A partir de septiembre de 1955, con el derrocamiento del gobierno de Juan
Domingo Perón, se inició un proceso caracterizado por un aspecto clave: el control del poder político real por parte de los sectores económicamente dominantes a través de las fuerzas armadas. Durante muchos años, esos sectores
definieron las políticas a aplicar desde el Estado, ya sea a través de dictaduras o
de gobiernos civiles tutelados por las fuerzas armadas.
Luego del golpe de Estado de 1955, un gobierno de facto, encabezado por
el general Pedro Eugenio Aramburu, sucedió al peronismo. En nombre de la
libertad y la democracia, la dictadura restableció un plan económico liberal en
beneficio de los sectores más ricos de la sociedad. Este plan se basó en la apertura de la economía, el incentivo a las importaciones, la eliminación del IAPI y de
UNIDAD 5 137
los mecanismos de protección de la industria nacional, al tiempo que se negoció
el ingreso de la Argentina a organismos financieros de alcance mundial, como
el Fondo Monetario Internacional (FMI), restableciendo con ello los tradicionales
lazos de dependencia económica de la Argentina con los países centrales.
Se abrió así un período de pérdida de derechos para los sectores populares,
de represión y violencia, persecuciones políticas, prohibición del peronismo, de sus
símbolos e ideas, así como de control militar en fábricas, sindicatos y universidades
(en estos últimos dos casos, mediante la designación de interventores militares para
dirigirlos). Comenzaba también un proceso de resistencia de los sectores populares
contra el accionar represivo del Estado y de las políticas económicas que, al servicio
de unos pocos, empobrecían significativamente a amplios sectores sociales.
Esta dictadura se autodenominó “Revolución Libertadora”, al tiempo que
desde los sectores populares comenzaron a llamarla “Revolución Fusiladora”,
por la fuerte represión que implementaba contra quienes defendían las conquistas obtenidas por la clase trabajadora durante el peronismo. En 1956, el general
Juan José Valle organizó junto con sectores peronistas que resistían la dictadura
un alzamiento en contra de la dictadura proscriptiva, con el objetivo de convocar
a elecciones democráticas. La respuesta del gobierno dictatorial fue la represión y el fusilamiento de Valle y de quienes participaron de dicho movimiento.
Los llamados a elecciones presidenciales que habilitaron los militares en
1958 y en 1963 no significaron un restablecimiento de la democracia. En las primeras, o sea en las de 1958, triunfó Arturo Frondizi por la Unión Cívica Radical
Intransigente (UCRI), y en las de 1963, Arturo Illia por la Unión Cívica Radical del
Pueblo (UCRP). En ambas ocasiones, el pueblo fue llamado a elegir a sus representantes, pero aún así es difícil hablar de democracia cuando estos hombres y
sus partidos llegaron al gobierno en elecciones en las que el partido político con
mayor apoyo popular, es decir el peronismo, estaba prohibido, proscripto. Esta
situación a la vez quitó legitimidad a los gobiernos de Frondizi y de Illia, que, débiles, sufrieron un constante asedio por parte de distintas fracciones de las fuerzas armadas. Entre las presiones que recibían de parte de los militares, una de
las más importantes era la del mantenimiento de la proscripción del peronismo.
Las fuerzas armadas, ya a esta altura, cumplían una función en la vida política
del país bastante alejada de las funciones que la Constitución les asignaba. En
lugar de estar subordinadas al poder de los civiles elegidos por el pueblo, se habían constituido en lo que el politólogo Alain Rouquié llamó “Partido Militar”, es
decir un partido político que, rompiendo las normas democráticas, representaba
a las minorías poderosas de la Argentina.
Como consecuencia de este asedio, de esta tutela cívico-militar, los gobiernos de Frondizi y de Illia no concluyeron su mandato constitucional de seis
años al ser derrocados por sendos golpes de Estado cívico-militares.
También, fruto de estos condicionamientos, durante 18 años, entre 1955 y
1973, Perón y el Partido Justicialista estuvieron prohibidos, colocando a los trabajadores y sus organizaciones sindicales, así como al resto de los peronistas,
en una situación de resistencia que, adquirió a lo largo de este período distintas
formas de expresión.
138 Historia arGENtiNa
La alternancia de regímenes políticos (1955-1976)
AÑOS REGÍMENES POLÍTICOS PRESIDENCIAS
● 1955 GOLPE DE ESTADO
(cívico -militar)
contra el gobierno peronista:
la autodenominada
“Revolución Libertadora”
● 1955-1958 – Gral. Pedro Aramburu
● 1958-1962 – Arturo Frondizi (UCRI)
● 1962 – GOLPE DE ESTADO
● 1963-1966 Arturo Illia (UCRP)
● 1966-1970 – Gral. Juan Carlos Onganía
● 1970-1971 – Gral. Marcelo Levingston
● 1971-1973 – Gral. Agustín lanusse
● 1973 – Héctor J. Cámpora
● 1973-1974 – Juan Domingo Perón
● 1974-1976 – Isabel Martínez de Perón
● 1955-1958
DICTADURA
● 1958-1966 “DEMOCRACIAS TUTELADAS”
O “SEMI-DEMOCRACIAS”
● 1966
GOLPE DE ESTADO
(cívico -militar)
contra el gobierno constitucional de Arturo Illia:
la “Revolución Argentina”
● 1966-1973
DICTADURA
● 1973-1976 DEMOCRACIA
● 1976 GOLPE DE ESTADO
(cívico -militar)
contra el gobierno constitucional de I. M. de Perón:
“Proceso de Reorganización
nacional”
UNIDAD 5 139
Desde 1966, los militares tomaron directamente el poder político. Ya no
creían en la efectividad de sostener gobiernos civiles, como el de Frondizi o el
de Illia. Consideraban que esa democracia, incluso con el peronismo proscripto y tutelada por los mismos militares, no impedía los conflictos, no aseguraba
el crecimiento económico y lo que era aún más preocupante, no constituía una
valla efectiva para frenar los avances del comunismo, cuya fuerza renacía en el
mundo entero como consecuencia del proceso revolucionario que por entonces
vivía Cuba. Movidos por estas consideraciones, los grupos más concentrados de
la burguesía industrial y las fuerzas armadas instalaron una férrea dictadura que,
encabezada por el general Juan Carlos Onganía, no se proponía, como la del 1955-
1958, acomodar ciertos desajustes para luego llamar a elecciones y restablecer la
democracia. Esta dictadura, nutrida en la Doctrina de la Seguridad Nacional (ver
página 143) decía no tener plazos. Consideraba que la sociedad argentina estaba
muy enferma y que había que hacer cambios muy profundos, no importaba a qué
costos ni con qué métodos. La fórmula de la transformación combinaba la modernización de la economía argentina, bajo la dirección de las grandes empresas
transnacionales, con el establecimiento de un orden férreo.
En la búsqueda de ese orden, la dictadura encabezada por el general Juan
Carlos Onganía extendió la proscripción política a toda la ciudadanía y tendió su
mano represiva sobre las fábricas con la intención de disciplinar a los trabajadores, sobre los políticos y gremialistas, sobre la prensa y un empresariado nacional
tildado de ineficiente, sobre las economías regionales, quitando subsidios y sembrando desocupación; sobre la Universidad, considerada el núcleo de la subversión comunista. La nueva dictadura no se detuvo ni siquiera ante la vida privada de
los argentinos y argentinas, intentando frenar el aliento arrollador de las nuevas
costumbres que se propagaban por entonces por todo el mundo.
la Resistencia peronista
la Resistencia peronista nació como reacción a la Revolución
libertadora y al decreto 4161 que se sancionó unos meses después
del derrocamiento del gobierno peronista. Este decreto, que tuvo
vigencia durante 18 años, prohibía hasta la mención de las palabras
“Perón”, “Eva” o “peronismo”. a su vez, impedía la existencia del
Partido Justicialista y de cualquiera de sus ramas. ante esta situación,
poco a poco, sobre todo en las fábricas, pero también en algunas casas
de los trabajadores, comenzaron a surgir distintas organizaciones
clandestinas (ya que no podían actuar públicamente según lo
establecido en el decreto) que llevaban a cabo distintas acciones de
resistencia a la dictadura y al hostigamiento patronal en los lugares de
trabajo, como sabotajes a la producción, trabajo a desgano o huelgas
de diferente intensidad. Estas acciones en las fábricas, se articulaban
con acciones en otros espacios, como pintadas de consignas,
atentados contra edificios militares, entre otros.
140 HistoRia aRgEntina
Publicidad de telas Finch en una
revista de 1967.
banda “los gatos” / lito nebbia.
En las décadas de 1960 y 1970 se vivió una verdadera revolución en las costumbres. muchas
cuestiones se pusieron en discusión y comenzaron a transformarse en esos años: entre otras,
la organización familiar patriarcal y las relaciones entre géneros e intergeneracionales.
las mujeres avanzaron en el terreno laboral y educativo, así como en independencia y
libertades. los jóvenes construyeron una nueva cultura que rechazaba y cuestionaba los
valores establecidos por sus mayores. Esa cultura joven se expresaba, entre otras cosas, en la
liberación sexual, en la adhesión a nuevos géneros musicales y en formas informales de vestir
y relacionarse.
Durante los primeros tiempos, las políticas represivas parecieron realmente efectivas. Daba la impresión de que los distintos actores políticos y
gremiales se habían llamado a silencio y aceptado las normas establecidas
por la dictadura. Sin embargo, en mayo de 1969, la insurrección popular
que estalló en Córdoba (a la que se llamó “el Cordobazo”), derribó en pocas horas ese mito de la paz y la armonía social construido por el gobierno
y expandido por los medios de comunicación afines. Fruto de la acción de
fuerzas sociales insatisfechas por la política dictatorial y, en algunos casos,
UNIDAD 5 141
muy críticas del sistema capitalista, el Cordobazo constituyó una bisagra en
la historia reciente de la Argentina, ya que si bien fue expresión de muchas
tensiones acumuladas, se transformó a la vez en el punto de partida de un
ciclo de auge de luchas populares. A partir de él, estallaron muchos furores contenidos y diversos grupos (políticos, sindicales, estudiantiles) muy
críticos y combativos encontraron un terreno apto para expandirse, crecer y
ganar en radicalidad y popularidad.
Meses después del Cordobazo, se produjeron acontecimientos similares en otros lugares del país. Los rosarinos protagonizaron un Rosariazo,
los habitantes de la zona frutícola del valle del Río Negro, un Cipolletazo. En
1971, la ciudad de Córdoba vivió un segundo Cordobazo. También Neuquén,
Mendoza, zonas rurales del noreste argentino, muchas universidades, barrios populares y villas de emergencia, fueron escenario de distintas explosiones populares. Expresaban un descontento profundo y demandas que el
poder autoritario no podía procesar porque había cerrado todos los canales
para poder conocerlas.
Escena del Cordobazo, 29 y 30 de mayo de 1969.
142 HistoRia aRgEntina
En estos años se impuso el uso de pintadas y graffitis como medio para hacer conocer
mensajes prohibidos en los medios de comunicación. muros, paredes, cortinas de negocios,
fueron el medio para hacer públicas múltiples demandas. En la argentina de principios de la
década de 1970, el retorno de Perón era un reclamo insistente de la Juventud Peronista.
Entre los muchos que se rebelaban, en un contexto de violencia cada vez
mayor, crecieron y se multiplicaron grupos revolucionarios armados, las guerrillas. Ante la falta de espacios para la expresión política por los canales clásicos,
los sectores populares y medios de la sociedad que se oponían a la dictadura
buscaron formas alternativas de organización que permitiera la manifestación
política. Algunos propusieron la lucha armada como la forma de defensa frente
a la violencia del Estado. Sostenían que al poder represivo del Estado que utilizaba la violencia de manera ilegal, no se lo podía enfrentar con los métodos previstos por la democracia, principalmente porque los mecanismos institucionales
para expresarse, como los partidos políticos, las movilizaciones, el Congreso,
estaban vedados para la mayoría de los argentinos. Consideraban que había
que construir una sociedad igualitaria, socialista, y se inspiraban –la mayoría de
ellos– en la Revolución Cubana.
UNIDAD 5 143
El impacto de la Revolución Cubana en América Latina:
revolución y contrarrevolución
A partir de 1959, Fidel Castro y su hermano Raúl, junto con Ernesto
“Che” Guevara y Camilo Cienfuegos, entre otros, se pusieron al
frente del primer proyecto americano que intentó crear una sociedad
igualitaria, independiente del dominio estadounidense, en el que la
economía y el trabajo estuvieran al servicio de todos los hombres y
mujeres de la sociedad cubana. La juventud de sus protagonistas,
su entrega total a la causa revolucionaria constituyó un ejemplo que
muchos jóvenes quisieron imitar. La Revolución Cubana hizo renacer
una fe inquebrantable en la revolución. Desde el Caribe, esa fe se
propagó por el mundo entero y sobre todo por el resto de América
Latina. Como consecuencia de la Revolución Cubana, la Guerra Fría,
es decir el enfrentamiento entre Capitalismo y Comunismo, se instaló
en el continente americano. La respuesta del gobierno de los Estados
Unidos, líder del bloque de los países capitalistas, fue la Doctrina de
la Seguridad Nacional.
La Doctrina de la Seguridad Nacional
La Guerra Fría supuso la creación en América Latina de un dispositivo
represivo de los movimientos sociales. Los oficiales de las Fuerzas
Armadas latinoamericanas comenzaron a recibir instrucción en
bases militares estadounidenses para la lucha contra el comunismo,
inspirados en una teoría conocida como Doctrina de la Seguridad
Nacional (DSN). Según esta doctrina los oficiales latinoamericanos
fueron formados para luchar en un nuevo tipo de guerra que tenía
lugar dentro de las fronteras de cada país. El enemigo a derrotar no
era ya –como había sido común hasta entonces– el ejército de un país
extranjero, sino que de lo que se trataba era de detectar y anular al
enemigo interno, es decir, un familiar, una vecina, un profesor, obrero
o profesora, maestra, ama de casa o funcionario, que apoyara las ideas
comunistas o incluso reformistas. Esta doctrina sirvió de fundamento
para el avasallamiento de los derechos de miles y miles de personas
en toda Latinoamérica, al justificar la tortura, las desapariciones y
los fusilamientos, entre otros métodos aberrantes utilizados para
detener las ansias de cambio que la Revolución Cubana sembraba por
toda América Latina. Influidas por estas ideas e intereses, durante las
décadas del 60, 70 y parte de la del 80, se instalaron a lo largo y a lo
ancho de nuestro continente, dictaduras cívico-militares que violaron
sistemáticamente los derechos humanos de la población mientras
imponían las políticas económicas elaboradas por el gran capital.
144 HistoRia aRgEntina
En 1970, empujado por los conflictos y las luchas que crecían en número y radicalidad, el general Onganía renunció a la presidencia de la Nación. Fue reemplazado por el general Roberto Levingston, quien sólo unos
meses después debió renunciar para dejar el cargo en manos del general
Alejandro Agustín Lanusse. Consciente de que sólo con la represión no era
posible controlar la movilización social cada vez más combativa y extendida,
Lanusse convocó en 1971 a todas las fuerzas políticas, inclusive al peronismo, a participar de un “Gran Acuerdo Nacional” (GAN) para consensuar la
política económica, el lugar de las fuerzas armadas en un nuevo gobierno y
una postura común de represión y rechazo hacia los sectores que adherían
al socialismo y la lucha armada. También el gobierno de Lanusse llamó a
elecciones, levantó la proscripción del Partido Justicialista y permitió el regreso de Perón que, tras 17 años de exilio, volvió fugazmente al país en 1972
para regresar definitivamente unos meses después.
El tERCER PERonismo (1973-1976)
Ante la negativa de Perón de aceptar las propuestas del GAN, las fuerzas armadas encontraron una forma de evitar que el líder popular se postulara como candidato en las elecciones que se llevarían a cabo en 1973.
Argumentando que Perón no registraba la cantidad de años necesarios de
residencia en el país, fue prohibida su postulación. El movimiento peronista
propuso entonces como candidato a Héctor Cámpora, hombre de confianza
del general durante su exilio, y cercano a los sectores juveniles del movimiento peronista. Cámpora fue el candidato del Frente Justicialista de Liberación (FREJULI) que vencería en las elecciones nacionales de marzo de
1973 a la Unión Cívica Radical liderada por Ricardo Balbín.
Luego de la “Revolución Libertadora”, el movimiento peronista se había ido transformando. Se incorporaron nuevos sectores sociales que fueron
definiendo objetivos y líneas de acción no siempre coincidentes. Quienes,
reivindicando el peronismo, sentían una identificación con las ideas socialistas de la Revolución Cubana y con otros movimientos de izquierda latinoamericanos, se nuclearon en organizaciones como la Juventud Peronista y el
Peronismo de Base. Otros, conformaron grupos armados que terminaron
–casi todos ellos– reuniéndose en la organización guerrillera “Montoneros”.
Su principal objetivo era lograr el regreso de Perón y construir “la patria
socialista”. Consideraban que a la fuerza represiva de las dictaduras había
que enfrentarla con las armas. Asimismo, dentro del movimiento peronista,
había facciones contrarias a la Juventud y a Montoneros; no acordaban con
las acciones guerrilleras ni con el objetivo de crear una “patria socialista”.
Pretendían el regreso de Perón para volver a construir el Estado que se había destruido desde el golpe de Estado de 1955.
Con Cámpora en la presidencia, el regreso tan esperado de Perón, luego de 18 años de exilio, se haría realidad. Cámpora pasaría a la historia
UNIDAD 5 145
como el símbolo de la lealtad, ya que asumió la presidencia con la promesa
de convocar a elecciones para que se presentase Perón como candidato. Sin
embargo, ese proceso no se produjo armónicamente. Las tensiones acumuladas entre las distintas fracciones del movimiento peronista estallaron con
una violencia inusitada en la localidad bonaerense de Ezeiza, el 20 de junio
de 1973, día del regreso definitivo del general Perón a la Argentina. En esa
jornada tan esperada, centenas de miles de personas marcharon hasta Ezeiza para darle la bienvenida a su líder. Repentinamente, la fiesta se transformó en tragedia, cuando un grupo ligado a sectores de derecha, encargado
de la organización del acto, recibió a balazos a las columnas de militantes
identificados con los sectores de la izquierda peronista.
En tal contexto, Cámpora renunció y se convocó a elecciones nuevamente. En ellas se impuso el líder del movimiento peronista, Juan Domingo
Perón. El 12 de octubre de 1973, Perón inició su tercera presidencia acompañado en la vicepresidencia por su esposa María Estela Martínez de Perón
(popularmente conocida como Isabel o Isabelita). Pero su presidencia fue
breve. El 1° de julio de 1974, quien había sido una de las figuras más influyentes de la política argentina del siglo XX, falleció. Perón no logró en
tan corto tiempo ni pacificar a su movimiento, ni aplicar con éxito políticas
económico-sociales similares a las de sus primeros gobiernos.
Héctor Cámpora (en el centro, con anteojos), electo presidente de la argentina, responde a los
saludos de los jóvenes.
146 HistoRia aRgEntina
Los enfrentamientos entre distintas corrientes peronistas se hicieron
más fuertes e intensos luego de la muerte de Perón, durante el gobierno de
su sucesora, María Estela Martínez de Perón. En esos días, los asesinatos de
militantes del peronismo de izquierda y de otras expresiones de la izquierda, se transformaron en moneda corriente, por parte de una organización
paramilitar, la Alianza Anticomunista Argentina (A.A.A.), más comúnmente
conocida –por sus siglas– como la Triple A. Esta organización agrupaba elementos de las fuerzas armadas, de los Servicios de Inteligencia del Estado
(SIDE) y de otros organismos de seguridad. Con lazos con agencias de seguridad de Estados Unidos, la Triple A era conducida internamente por el
ministro de Bienestar Social de la Nación José López Rega.
En medio de la violencia creciente y de una situación económica complicada, el gobierno de María Martínez de Perón se fue debilitando y quedando a merced de los militares y los grupos económicos más poderosos.
En este marco, en 1975, el ministro de Economía Celestino Rodrigo intentó
impulsar un plan de ajuste de corte liberal. Fue tan drástico y perjudicaba
de tal manera a los sectores populares que la reacción no se hizo esperar.
La resistencia de los trabajadores fue tan contundente que el gobierno tuvo
que dar marcha atrás. En otros aspectos, la presidenta no pudo volver atrás.
Presionada por los militares, nombró comandante en Jefe de las Fuerzas
Armadas a Jorge Rafael Videla y decretó la Ley antisubversiva que habilitaba
a las fuerzas armadas a aniquilar a los elementos ideológicamente “peligrosos” en todo el territorio nacional. Como parte de esta misma decisión,
el gobierno lanzó el Operativo Independencia. A cargo del general Videla, el
operativo se propuso exterminar al Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP),
otro de los más importantes grupos armados del período, con fuertes simpatías hacia la Revolución Cubana, que pretendía realizar una revolución
social de corte marxista.
diCtadURa militaR. tERRoRismo
dE Estado y nEolibERalismo (1976 – 1983)
La organización popular y sus variadas manifestaciones de lucha en
contra de las injusticias y desigualdades, la formación de guerrillas que tenían como modelo la Revolución Cubana u otras experiencias alternativas
al capitalismo, eran procesos que no sólo agitaban la realidad argentina.
Situaciones similares se vivían desde principios de los años 70, en Chile, en
Uruguay y en otros países de América Latina. La respuesta del gobierno de
los Estados Unidos y de los grupos y clases que en cada uno de los países
latinoamericanos le eran afines, no se hizo esperar. Distintos golpes de Estado abrieron el paso a regímenes dictatoriales que, con el apoyo de Estados
Unidos, pusieron en marcha procesos de represión ilegal, que a la vez se
coordinaban regionalmente en el llamado Plan u Operativo Cóndor.
UNIDAD 5 147
En la Argentina, ante la evidencia de que el gobierno de la viuda de Perón
no podía garantizar la aplicación de un programa neoliberal, ni era capaz de
disciplinar a los trabajadores ni tampoco detener el avance de las organizaciones guerrilleras, los grupos capitalistas más poderosos en alianza con las
fuerzas armadas (y con el apoyo del gobierno de Estados Unidos), decidieron el
desplazamiento del gobierno constitucional. El 24 de marzo de 1976, las fuerzas armadas tomaron nuevamente el poder del Estado de manera ilegal. Los
comandantes de las tres fuerzas, Jorge Rafael Videla, Emilio Massera y Orlando
Ramón Agosti, reunidos en Junta militar, establecieron una dictadura a la que
llamaron “Proceso de Reorganización Nacional”. El pueblo argentino ingresaba
en una de las etapas más tristes y oscuras de su historia.
El dictador videla en la sociedad Rural argentina, entidad que nuclea a los más importantes
terratenientes pampeanos, es decir a uno de los grupos de mayor poder de la sociedad
argentina. tanto la sociedad Rural como la Unión industrial argentina (Uia) y las altas
jerarquías de la iglesia católica fueron los principales sustentos civiles internos de la
dictadura encabezada por el general videla.
Hacia fines de la década de 1970, casi toda américa del sur era gobernada por regímenes
dictatoriales.
diCtadURas En améRiCa latina
argentina
brasil
Uruguay
Chile
Paraguay
Perú
1950 1960 1970 1980 1990
(1976 – 1983)
(1964 – 1984)
(1973 – 1985)
(1973 – 1989)
(1954 – 1989)
(1968 – 1980)
PERíodos diCtatoRialEs
148 HistoRia aRgEntina
Las primeras medidas tomadas por la junta del gobierno de facto (así
se denomina a los gobiernos impuestos sin elecciones democráticas) estuvieron destinadas a sustraer los derechos y las garantías de la población. El
Estado, supuesto protector de la ciudadanía, se transformaría en su principal agresor. Se disolvió el Congreso, se reemplazó a los miembros de la
Corte Suprema de Justicia y a los procuradores generales de la Nación y el
Tesoro, se prohibió la acción sindical, se suspendió el derecho a huelga, se
declaró el estado de sitio permanente, se prohibió el accionar de todos los
partidos políticos y se intervinieron las Universidades. Los cargos de gobierno se repartieron entre los miembros de las tres fuerzas. Mientras tanto,
comenzó a desplegarse el plan sistemático de exterminio de todo aquel que
fuera considerado un peligro, un subversivo, es decir de todo ciudadano sospechoso de estar en contra de la “civilización occidental y cristiana”. Durante siete años, el Estado ejerció la violencia contra sus ciudadanos, violando
sistemáticamente los derechos humanos de las personas y produciendo un
genocidio. El Estado, en teoría garante de las leyes y los derechos civiles,
dejó a la población desprotegida.
Las acciones directas en contra de los “sospechosos” de subversión
fueron una parte del plan; éste se completaba con el establecimiento de
un sistema de terror, generador de miedo, de autocensura y paralizador de
cualquier tipo de reacción civil. Las víctimas del genocidio fueron personas
ligadas a distintos espacios de militancia. Sin derecho a un juicio por sus
actos, fueron violentamente exterminadas y desaparecidas. El plan de exterminio recayó sobre la clase obrera, pero también sobre estudiantes secundarios y universitarios, religiosos, políticos, artistas, intelectuales, docentes,
abogados, científicos, periodistas y miembros de organizaciones sociales y
organismos de derechos humanos. La mayoría de las víctimas tenían entre
15 y 35 años. Pero también fueron víctimas niños y bebés que, secuestrados
o nacidos en cautiverio, se los alejó de sus familias biológicas y se les robó
la identidad, siendo entregados a otras familias que, en muchos casos, conocían su procedencia.
No se trató de acciones desorganizadas e incoherentes. Hubo planificación. Hubo un sistema puesto al servicio del secuestro, la tortura y el
asesinato. Desde los más altos jefes militares hasta los rangos más bajos
de las fuerzas represivas, todos estuvieron implicados en un programa de
exterminio con pautas y formas de acción. Los encargados de la primera
instancia del plan eran los grupos de tareas que llevaban a cabo el primer
paso: el secuestro. Ocultos cobardemente bajo vestimenta civil, estos grupos extraían a sus víctimas de sus hogares o de sus lugares de trabajo o
estudio. En algunos casos, se llevaban sus pertenencias y hasta sus hijos.
El segundo paso era la llegada del secuestrado a un centro clandestino de
detención: los campos de trabajo forzado y de exterminio establecidos para
concretar el plan. El tercer paso era la tortura en búsqueda de datos y delaciones. El cuarto paso, generalmente implicaba el trabajo forzado, torturas
UNIDAD 5 149
mediante. Por último, el asesinato. Las mujeres embarazadas que fueron
secuestradas, fueron violadas, golpeadas y, cuando sus niños nacían, eran
separados de ellas y apropiados. Según el informe de la Comisión Nacional
sobre la Desaparición de Personas creada en 1983 por el presidente democrático Raúl Alfonsín, hubo 340 centros clandestinos de detención (hoy se
calcula que fueron alrededor 500) diseminados a lo largo y ancho del país:
la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), el Olimpo, la Perla, el Pozo de
Banfield, el Vesubio, la Escuelita de Famaillá, entre otros.
El sistema de desaparición de personas fue exportado a otras partes
del mundo. Los represores argentinos se jactaban de la eficacia del método
para combatir al enemigo ideológico. La desaparición sin juicio o explicación
alguna, dejaba a los familiares de las víctimas vulnerables y absolutamente
desprotegidos, al tiempo que generaba miedo y parálisis en toda la sociedad.
El método consistía en negar pero también mostrar algo de lo que sucedía
para generar espontáneamente el retraimiento de cualquier actitud crítica
o de denuncia.
La parálisis social fue un logro parcial. Los familiares de los desaparecidos, también víctimas, comenzaron a buscar a sus parientes y amigos.
En 1977, un grupo de madres tuvo el coraje de enfrentar a los responsables.
Recorrieron hospitales, comisarías, cuarteles, pidieron audiencias con los
miembros de las juntas. Cansadas de no obtener respuestas y superando el
miedo; movidas por el dolor pero también por el amor y el respeto por sus
hijos y nietos, comenzaron a juntarse frente a la Casa de Gobierno, en la Plaza de Mayo. Dieron vueltas a la Pirámide de Mayo, reclamando la aparición
de sus hijos. De ese modo, nació uno de los organismos de derechos humanos más importantes del mundo: la Asociación Madres de Plaza de Mayo.
El pañuelo blanco que colocan sobre sus cabezas simboliza los pañales de
sus hijos. Muchas de estas madres dieron la vida en esa lucha. Algunas corrieron el mismo destino que sus hijos. Las que sabían que sus hijos o hijas
estaban a punto de ser padres, es decir, las que sabían que tenían nietos
desaparecidos, se organizaron en la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo
que hasta el día de hoy continúa con fuerza, militancia y amor, la búsqueda
de los nietos.
150 HistoRia aRgEntina
Acompañando a las Madres y Abuelas, muchos organismos de derechos
humanos se pusieron al frente de las denuncias y de la búsqueda, como la
Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, el Centro de Estudios
Legales y Sociales, el Servicio de Paz y Justicia. Colaboraron desde adentro y
apelaron también a la ayuda de organismos que se fueron formando en países
extranjeros. Junto con ciudadanos argentinos –expatriados– que habían logrado
escapar del país, se pusieron al frente de las denuncias en embajadas, gobiernos
extranjeros y organismos internacionales, haciéndole saber el mundo acerca de
la represión ilegal.
La ilegalidad también se trasladó a los medios de comunicación; el
aparato mediático nuevamente amparaba a quienes aterrorizaban al pueblo.
Vale mencionar que durante este período se concretó la venta de Papel Prensa,
la empresa argentina que se dedicaba a la producción de papel de diario. Los
antiguos dueños de Papel Prensa fueron presionados –secuestros y torturas
desde 1977, madres y abuelas de los
desaparecidos marchan todos los
jueves por la Plaza de mayo, en busca
de respuestas. la costumbre que se
transformó en símbolo de esas marchas
–la de dar vueltas alrededor de la Pirámide
de mayo– surgió paradójicamente como
respuesta a un pedido de las fuerzas
represivas: la policía cuando intentaba
echarlas les requería que “circularan”. y
así lo hicieron y lo hacen, todos los jueves,
desde hace más de 38 años.
UNIDAD 5 151
mediante– por corporaciones económicas en connivencia con hombres de
la Junta militar, para que vendieran a vil precio las acciones de la empresa.
Favorecieron de esta manera, el desarrollo de monopolios mediáticos que,
desde entonces, avanzan en el intento de incidir en la opinión de la ciudadanía
en forma favorable a sus intereses.
En 1978 se llevó a cabo el Mundial de Fútbol en nuestro país. La dictadura
gastó millones de dólares en la formación del Ente Autárquico Mundial,
encargado de la organización del campeonato. Buscaba distraer, entretener y
convencer a la población de que el “Proceso de Reorganización Nacional” era
necesario para la salud de la patria. Era además la ocasión para orquestar una
campaña internacional de “limpieza” de su imagen, aduciendo que quienes
hacían denuncias sobre violación a los derechos humanos en el extranjero eran
cómplices de la subversión y llevaban a cabo una campaña “anti-argentina”.
Esta “lavada de cara” del sistema represivo, no sólo fue llevada a cabo por los
jerarcas militares; fue acompañada por periodistas y conductores de televisión
mediante la difusión del mensaje “Los argentinos somos derechos y humanos”.
El apoyo a la campaña “Los argentinos somos derechos y humanos” evidenció la
complicidad de algunos sectores de la sociedad civil con la dictadura. Mientras
ella se desarrollaba y en medio de los festejos por la victoria de la selección
nacional en el campeonato, miles de personas eran víctimas de secuestro,
cárcel y las más terribles torturas.
la otra cara de la represión. El plan económico
Habiendo prohibido toda acción gremial y extendido el terror en toda
la sociedad, la clase dominante tenía las manos libres para aplicar un plan
económico neoliberal que se proponía eliminar las protecciones a todas las
actividades económicas consideradas ineficientes (como la pequeña y mediana
industria de capital nacional), disciplinar a los trabajadores generando ciertos
márgenes de desempleo y achicar el Estado, eliminando muchas de sus
funciones regulatorias. Quien estuvo a cargo de aplicar este plan económico fue
el ministro de Economía, José Alfredo Martínez Hoz.
Martínez de Hoz, defensor de las políticas neoliberales, sostenía que los
conflictos del país estaban ligados a un Estado que, a pesar de los intentos
realizados desde 1955, aún mantenía una alta intervención en la economía,
y que –a su entender– era ineficiente y derrochador de dinero. La crisis que
padecía la Argentina era explicada además por el nuevo ministro de la dictadura,
como producto de una clase trabajadora muy rebelde y demandante, que
debía ser disciplinada. Era el mercado el que debía ocuparse de la economía
mientras al Estado le tocaba la tarea de “calmar” la protesta y garantizar el
orden. La represión era la herramienta necesaria para llevar a cabo el modelo
económico. La economía debía estar “abierta” al capital extranjero; el Estado no
debía interferir con la regulación de precios, salarios y protección a la industria
nacional.
152 Historia ARGENTINA
José Alfredo Martínez de Hoz (en la foto, jurando como ministro de Economía) era integrante
de una poderosa familia de terratenientes pampeanos. Había formado parte del directorio
de grandes compañías como Acindar y Pan American Airways. Antes del golpe de Estado,
Martínez de Hoz era titular del Consejo Empresario Argentino, una organización que reunía a
representantes de las más importantes empresas rurales e industriales del país, inclusive
a las de capital extranjero.
Tendencias del capitalismo mundial: crisis del petróleo
y neoliberalismo
Durante la década del 70, el capitalismo vivió una fuerte crisis
económica ligada al aumento del precio del petróleo, principal fuente
de energía de la economía mundial. Esta situación llevó a la mayoría
de los países centrales a un fuerte proteccionismo de sus economías
al tiempo que recobraban fuerza los postulados neoliberales
con un nuevo protagonista a la cabeza: el sector financiero. El
neoliberalismo suponía un nuevo paradigma productivo basado en
el avance tecnológico, la utilización de la informática y la robótica, la
flexibilización de los procesos productivos en función de la demanda y
la “producción racionalizada” basada en la menor utilización de mano
de obra. Las decisiones de políticas económicas antes llevadas a cabo
por los Estados, debían ser liberadas a las reglas del mercado. Para
ello había que limitar las capacidades regulatorias de los Estados,
achicarlos, transferir a la esfera privada las empresas estatales (de luz,
gas, agua, teléfonos, etc.), así como eliminar o restringir notablemente
los derechos de los trabajadores, para asegurar mayores ganancias y
mayor libertad de acción a los capitalistas.
UNIDAD 5 153
La política económica de Martínez de Hoz favoreció la entrada de productos
importados, lo que generó un masivo cierre de fábricas nacionales y un aumento
significativo de la desocupación. La situación de las industrias se agravó con la
caída del consumo causada por los bajos salarios de los trabajadores. Se iniciaba
así un fuerte proceso de desindustrialización, alentado además por las medidas
tomadas en el plano de las finanzas. En este campo, el ministro buscó facilitar
la operatoria del sector financiero para atraer las inversiones extranjeras.
Pero, en realidad, los capitales que llegaron, en lugar de volcarse a actividades
productivas, se localizaron en las finanzas, haciendo crecer enormemente el
número de bancos y de entidades financieras. La compra y venta de dólares, la
colocación de dinero a plazo fijo y los elevados intereses convertían al negocio
financiero en una fuente de cuantiosas ganancias, mucho más redituable que lo
que podía obtenerse en el sector productivo de la economía. El dólar barato,
accesible sólo a las clases medias altas y a los más ricos, incentivaba viajes al
exterior y las importaciones de productos de lujo. Mientras tanto aumentaba
la necesidad de dólares para sostener el juego especulativo, los viajes al
exterior y un volumen creciente de importaciones. Dado que no se producía
simultáneamente un crecimiento de nuestras exportaciones que permitiera
obtener a través de ellas los dólares que se requerían internamente, la
“solución” fue el endeudamiento externo.
Durante la dictadura militar, la deuda externa pasó de aproximadamente
6.000 millones de dólares a más de 40.000. Este crecimiento exorbitante benefició
a grandes empresarios que se dedicaron a sacar beneficios con la especulación
financiera. Grupos empresariales del sector privado se enriquecían al tiempo que
el Estado se endeudaba y el país entero se empobrecía y se desindustrializaba. El
enriquecimiento de unos pocos generó así la pobreza de millones. Podríamos decir
entonces que el genocidio no sólo alcanzó a un sector movilizado de la sociedad a
través de la aplicación del terror de Estado. El genocidio fue también económico y
social, ya que por la aplicación de estas políticas económico-sociales antipopulares
–profundizadas en los años subsiguientes– una buena parte de la población se
quedó sin trabajo, empobreció, padeciendo consecuencias aún perceptibles en
el tejido social de la Argentina.
El gasto público en servicios sociales como salud, educación y jubilaciones
se redujo al mínimo mientras crecían los gastos del Estado en armamentos (con
la excusa de la guerra contra la subversión y otras convocatorias nacionalistas,
como una guerra que casi estalla con Chile), y en la construcción de autopistas
y estadios para el mundial de fútbol.
En 1981, Videla y el ministro Martínez de Hoz abandonaron sus cargos y
asumió la presidencia el general Roberto Viola, quien gobernó hasta fines de ese
año. Lo reemplazó el general Leopoldo Fortunato Galtieri. Poco tiempo después,
en marzo de 1982, la organización que nucleaba a los trabajadores organizados, la
Confederación General del Trabajo (CGT), convocó a una manifestación a la Plaza
de Mayo para reclamar “Pan, paz y trabajo”. Fue ferozmente reprimida, pero por
su importante convocatoria y, además, por el sólo hecho de haberse convocado,
era una expresión de que algunos sectores de la sociedad comenzaban a vencer
el miedo y a movilizarse.
154 HistoRia aRgEntina
malvinas y Fin dE la diCtadURa
En el marco de una sociedad que se ponía en movimiento y de un modelo
económico que se derrumbaba, la dictadura se lanzó, como estrategia de
sobrevivencia, a la Guerra de Malvinas.
El 2 de abril de 1982, las fuerzas armadas tomaron las Islas Malvinas,
que estaban bajo dominio británico desde 1833. El lema era la recuperación
de la soberanía nacional pero, en realidad, se trataba de una nueva
convocatoria al nacionalismo de los argentinos para reunificarlos detrás
de un objetivo común, en un momento en que arreciaban las críticas a la
dictadura. El haber comprometido a la sociedad argentina en esta aventura
bélica, fue una demostración más de la cobardía e irresponsabilidad de
los militares y civiles que dirigían al país. En efecto, quienes pusieron el
cuerpo en una guerra contra una de las potencias militares más poderosas
del mundo, fueron los jóvenes que estaban realizando el servicio militar
obligatorio. Muchos militares especialistas en torturar y desaparecer fueron
los primeros en deponer las armas. Parte de la prensa argentina fue cómplice
de la campaña nacionalista de la dictadura, exaltaban los valores patrióticos
y publicaban falsedades, haciendo creer a la sociedad civil que la Argentina
iba ganando la guerra. A dos meses de la invasión, la derrota era un hecho.
El resultado de la aventura bélica de los represores fue la muerte de 649
jóvenes y más de 1.000 heridos, que se sumaban a los 30.000 desaparecidos
bajo el terrorismo de Estado.
Jóvenes correntinos y chaqueños en malvinas, 30 de abril de 1982
tapa de la revista gente,
del 6 de mayo de 1982.
UNIDAD 5 155
Luego de la guerra, el general Galtieri presentó su renuncia y asumió la
presidencia el general Reynaldo Bignone. En medio de la movilización social por
la crisis económica y la derrota bélica, el exorbitante aumento de la pobreza,
la quintuplicación de la deuda y la ya inocultable violación permanente a los
derechos humanos, la reapertura democrática parecía inevitable. En ese marco,
el general Bignone dictó la Ley de Autoamnistía. Reconoció “errores y excesos”,
pero dado que las fuerzas armadas habían actuado –según su interpretación–
por el bien de la patria y en contra de los enemigos de la Nación, no debían ser
juzgados por los hombres sino por Dios. La ley dictaba que ningún miembro
de las fuerzas armadas y de seguridad podría ser acusado ante tribunales
militares o civiles.
El REtoRno dE la dEmoCRaCia
Acorralados por multitudinarias manifestaciones que reclamaban la
apertura democrática y por los movimientos de derechos humanos, los militares
decidieron la reapertura democrática y el llamado a elecciones para el 30 de
octubre de 1983. En ellas se impuso el candidato de la Unión Cívica Radical,
el Dr. Raúl Alfonsín, quien, durante la campaña, había hecho hincapié en la
cuestión de los derechos humanos y en el respeto de la Constitución Nacional.
luego de una intensa campaña, la UCR se impuso en las elecciones de 1983 con el 51,7% de los
votos, derrotando por primera vez en comicios sin restricciones a una fórmula justicialista.El
10 de diciembre de ese año, Raúl alfonsín asumió la Presidencia de la República. Una multitud
saludó el retorno de la democracia en la Plaza de mayo, en torno del histórico Cabildo.
156 HistoRia aRgEntina
La democracia debía resolver principalmente la situación de las víctimas
del terror, debía buscar a quienes habían sido secuestrados y desaparecidos,
debía juzgar y castigar a los culpables. Asimismo, tenía el deber de resolver la
grave situación económica generada por la dictadura: un país desindustrializado,
con una tasa de desocupación altísima y una deuda externa enorme. Esta se
había quintuplicado por la fiesta especulativa ya analizada, pero además, porque
la deuda contraída por las grandes empresas de capital privado fue estatizada
por los dictadores, es decir transformada en una deuda de la que debía hacerse
cargo el Estado nacional, o sea todo el pueblo argentino.
Una de las primeras acciones del gobierno de Alfonsín fue la creación
de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP),
conformada por científicos, periodistas e intelectuales, como René Favaloro,
Gregorio Klimovsky, Adolfo Pérez Esquivel, y el obispo de Neuquén Jaime de
Nevares, uno de los representantes de la Iglesia que se opuso con más firmeza a
la dictadura. La comisión estaba presidida por el escritor Ernesto Sabato y tenía
la misión de hacer una investigación acerca de los desaparecidos, los centros
clandestinos de detención y el accionar de las fuerzas armadas y de seguridad,
mediante la búsqueda de testimonios de familiares. El presidente Alfonsín no
anuló la Ley de Autoamnistía, pero dispuso que los militares involucrados fueran
juzgados por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas durante el plazo de
un año. Finalizado ese plazo, los casos pasarían a la justicia civil. Asimismo el
presidente ordenó el procesamiento de los líderes del ERP y de Montoneros.
Algunos sectores de la sociedad construyeron para esa época lo que se
conoce como la “teoría de los dos demonios”. Desde esta visión, explicitada en el
prólogo del informe Nunca Más (elaborado por la CONADEP), los enfrentamientos
que habían sacudido a la sociedad argentina en las décadas de 1960 y 1970 se
reducían a la disputa entre las fuerzas armadas y las organizaciones guerrilleras.
teoría de los dos demonios
la teoría de los dos demonios fue la lectura predominante que se
hizo durante los años del gobierno de alfonsín acerca de las causas
de los enfrentamientos que sacudieron a la sociedad argentina desde
fines de los años sesenta y durante los años setenta. Esta concepción,
explicitada en el informe nunca más, sostenía que nuestro país fue
escenario de un conflicto entre dos extremos ideológicos: la derecha y
la izquierda. Es decir, entre las fuerzas armadas y las organizaciones
guerrilleras, “dos demonios” que tenían en común una lógica que
buscaba imponerse a través del aniquilamiento del contrario. ambos
habrían introducido al país en una espiral de muerte y violencia
haciendo víctima al resto de la sociedad, que asistía impotente e
inerme a sus enfrentamientos.
Esta lectura, con el tiempo, se evidenció muy problemática.
Por un lado, porque el grueso de las víctimas de la dictadura
UNIDAD 5 157
En 1985, cumplido sin resultados el plazo que tenía la justicia militar, y una
vez finalizada la investigación llevada a cabo por la CONADEP, se iniciaron los
juicios civiles a las Juntas Militares. El juzgamiento a las juntas militares por las
instituciones democráticas fue el reclamo más profundo que la sociedad pedía
a la justicia y al Poder Ejecutivo. Lamentablemente, la enormidad del aparato
represivo, los años de impunidad y la ineficacia del Estado, hicieron y hacen muy
difícil esta tarea tan reclamada por amplios sectores de la sociedad.
La justicia civil comenzó por las caras más visibles, juzgando a quienes
estuvieron a la cabeza del proceso dictatorial. Se dictó prisión perpetua contra
Videla y Massera. Viola fue condenado a 17 años de prisión mientras que Galtieri fue
absuelto de las acusaciones por violación a derechos humanos pero fue detenido
por incompetencia en la Guerra de Malvinas, juzgado por la justicia militar.
Desde sectores civiles que habían apoyado el golpe, se hicieron escuchar
quejas. Se difamó a los familiares de las víctimas y se sostuvo que las fuerzas
armadas habían actuado para defender a la población civil de quienes querían
fueron trabajadores, no guerrilleros. Por otra parte, porque las
investigaciones demuestran que, para el momento del golpe de
1976, las agrupaciones armadas ya estaban muy debilitadas. y sobre
todo, porque no se puede analizar un conflicto sin tener en cuenta
a la sociedad que lo engendra. ¿dónde habían sido elaboradas las
políticas antipopulares impuestas luego del golpe de 1955? ¿de
dónde habían emergido las respuestas y resistencias a esas políticas?
¿de dónde se reclutaban militares y guerrilleros? Responder a estas
preguntas nos conduce inevitablemente a pensar en la sociedad,
en determinados grupos sociales, en sus diversos y contradictorios
intereses.
ahora bien, al hablar de dos demonios se igualaba el terrorismo de
Estado con las acciones violentas de las organizaciones guerrilleras,
ocultando la relación de fuerzas totalmente desigual entre ambos;
por otra parte, al colocar a toda la sociedad como víctima, se
echaba un velo sobre las responsabilidades del poder económico, la
jerarquía católica, algunos dirigentes políticos y sindicales, así como
funcionarios extranjeros, en el terror de Estado.
Esta teoría fue hegemónica hasta que, a partir de 2003, desde el
Estado se cambió el foco de análisis y desde entonces muchos
entienden que lo sucedido en nuestro país a partir de 1976 debe
ser leído como terrorismo de Estado. Es decir que el Estado, la
institución política más importante del país, fue puesto al servicio
de la implementación de un plan sistemático de aplicación del terror
sobre distintos grupos de la población con el objetivo de disciplinarla
y facilitar la aplicación de un proyecto neoliberal.
158 HistoRia aRgEntina
conquistar la Argentina con revoluciones sociales. Otro problema para la
justicia fue el juzgamiento de quienes pertenecían a los rangos inferiores de las
fuerzas y aducían que actuaron obedeciendo órdenes: de secuestrar, torturar,
robar bebés. Para llevar a cabo el genocidio, se edificó una enorme estructura
represiva: desde la cúspide jerárquica, pasando por la oficialidad, hasta los
grupos de tareas, los miembros de la policía federal y las policías provinciales.
Estos sectores de las fuerzas de seguridad comenzaron a protestar,
apoyados por civiles, empresarios, periodistas, miembros de la Sociedad Rural.
Para 1986, el malestar en el ejército amenazaba la estabilidad de la democracia.
En orden de aliviar el descontento, el Congreso dictó la Ley de Punto Final que
consistía en fijar el mes de febrero de 1987 como fecha límite para presentar
demandas contra los responsables de la represión ilegal. Contra lo esperable,
las causas contra los represores se multiplicaron a lo largo y ancho de todo
el territorio nacional, alterando aún más a las fuerzas armadas. En abril de
1987, un grupo de militares liderados por el coronel Aldo Rico, se acuarteló
en Campo de Mayo pidiendo la finalización de los juicios. Era Semana Santa
y los “carapintadas” (nombre dado a los militares rebeldes) se sublevaron
contra la democracia. El presidente Alfonsín fue a negociar en persona con
los amotinados. La salida del levantamiento se produjo a través de un acuerdo
que derivó en la sanción de la Ley de Obediencia Debida. Por medio de esta
ley, se suspendían los juicios contra quienes habían participado de la represión
aduciendo que obedecían a sus superiores. Así, miles de torturadores quedaron
en libertad, muchos de ellos ocupando cargos en las fuerzas de seguridad. La
sociedad asistía a un período de retroceso en su búsqueda de verdad y justicia.
A lo largo de 1988, se sucedieron levantamientos y acuartelamientos militares.
La democracia parecía en peligro y, a la vez, claudicante frente al poder militar.
La otra cara de la salida democrática fue la tarea de enfrentar la difícil
situación económica heredada de la dictadura. Tras más de cinco años de
políticas neoliberales, implementadas sobre todo por el ministro Martínez
de Hoz, garante del enriquecimiento de los sectores de la élite empresarial,
terrateniente y financiera, las consecuencias eran gravísimas. La masiva
desocupación, la caída de los salarios de los trabajadores, el vaciamiento de las
reservas del Estado, la quiebra generalizada del sector productivo y la gravísima
situación de endeudamiento público formaban parte de la pesada herencia
dejada por la dictadura al gobierno radical. El Estado se había empobrecido
manifiestamente, mientras había crecido la riqueza y el poder de grandes grupos
económicos nacionales y extranjeros. Desde entonces, estos grupos no habrían
de cejar en sus intentos de condicionar al gobierno de Alfonsín, así como a los
distintos gobiernos que le sucedieron.
Frente a esa pesada herencia, luego de diversos intentos fracasados de
alentar la producción, el empleo y contener la inflación, el gobierno de Alfonsín
quedó a merced de las tensiones y conflictos de intereses de distintos grupos de
capitalistas. La decisión del gobierno de favorecer a los grandes grupos económicos
nacionales y extranjeros con inserción local; su dificultad, desde 1988, para
“honrar la deuda” (situación generosamente propagandizada por el ex funcionario
de la dictadura Domingo Cavallo, ante las autoridades estadounidenses y
UNIDAD 5 159
los organismos internacionales de crédito), alentaron a otro grupo, el de los
acreedores externos, a poner en marcha un golpe de mercado. Se trataba de
una nueva forma de golpe destinada a sembrar el caos, el desprestigio de las
autoridades elegidas democráticamente y de allanar el camino para achicar el
Estado y entregar las empresas estatales a los acreedores de la Argentina.
La nueva forma de intervención destituyente no venía acompasada por
el tradicional ruido de tanques y fusiles, tampoco por los ritmos marciales de
las marchas militares. La nueva forma de golpear se desató con una “corrida
cambiaria” alentada por bancos nacionales y extranjeros acreedores del Estado.
Estos grupos hicieron subir notablemente el precio del dólar y, en catarata, se
produjeron: un deterioro desenfrenado del valor del peso, aumentos constantes y
desquiciados de los precios de los productos de primera necesidad, especulación
financiera, desesperación y saqueos de comercios y supermercados.
El país vivía en medio de la hiperinflación. El proceso hiperinflacionario
licuaba, segundo tras segundo, los ingresos de los asalariados, instalaba el terror
del hambre entre todos los que vivían de un empleo, así como entre pequeños
comerciantes y pequeños y medianos industriales. También licuaba a ritmo
vertiginoso el escaso poder del primer gobierno de la vuelta a la democracia,
generando las condiciones para una salida anticipada del presidente Raúl
Alfonsín. Una vez más, un gobierno elegido democráticamente no podía concluir
su mandato, en este caso acorralado por un golpe de mercado.
HiPERinFlaCionEs y PRoFUndizaCión
dEl nEolibERalismo
En julio de 1989, en reemplazo de Alfonsín, llegaron al gobierno nacional
Carlos Menem y Eduardo Duhalde, la fórmula triunfante del Frente Justicialista
Popular en las elecciones presidenciales celebradas en mayo. Durante su
campaña, el nuevo presidente había prometido la “revolución productiva” junto
con el afianzamiento de la cultura del trabajo y el “salariazo”, como salida a la
crisis. La promesa de implementar un proyecto industrialista y redistribucionista
no pudo cumplirse. Luego de ser sometido a un nuevo golpe hiperinflacionario,
el gobierno justicialista entendió rápidamente el mensaje de los grandes grupos
financieros y restableció la política neoliberal de la dictadura.
Para implementarla, al tiempo de asumir, puso al frente del ministerio
de economía a Domingo Cavallo. Este economista había sido presidente del
Banco Central durante la dictadura militar, y como tal había colaborado con el
enriquecimiento ilegal del empresariado argentino mediante la estatización de
sus deudas privadas, es decir traspasando a la responsabilidad del Estado –y
por lo tanto a todos los argentinos y argentinas– el pago de sus obligaciones. Es
decir que si Menem llegó al poder en 1989 levantando las banderas históricas
del peronismo de inclusión y justicia social, muy pronto comenzó a gestionar en
dirección contraria, traicionando al movimiento al que pertenecía.
160 HistoRia aRgEntina
En primer lugar, bajo la Ley de Emergencia económica, el gobierno
menemista recortó fuertemente todos los gastos del Estado especialmente en
educación, salud y políticas sociales; también se vendieron todas las empresas
de servicios públicos del Estado a empresas multinacionales a precios muy
bajos. El sistema jubilatorio pasó a manos de entidades financieras privadas:
las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP). Mientras
el Estado se achicaba, la indigencia y el desempleo crecían, así como la
desindustrialización y el endeudamiento externo, profundizando el genocidio
económico y social iniciado en la dictadura.
menem aplicó un plan neoliberal que provocó el deleite de los grupos más poderosos de
la sociedad argentina. Una de sus más notorias representantes, la ingeniera maría Julia
alsogaray, transformada en funcionaria del gobierno peronista, aparece en la foto junto
al presidente Carlos menem.
El presidente menem con
el ex presidente de Estados
Unidos, george bush (padre),
en una demostración de
sus habilidades deportivas.
además de la alianza con los
sectores más acaudalados
de la sociedad argentina, el
menemismo mantuvo una
relación estrecha
y muy dependiente con los
Estados Unidos, principal
potencia del planeta.
UNIDAD 5 161
En 1991, se lanzó el Plan de Convertibilidad; se creó la ficción monetaria
de que un peso de moneda nacional valía un dólar. El dólar “barato” fomentó
un aluvión de importaciones industriales, y en consecuencia, el cierre de
más fábricas, mientras continuaba creciendo el endeudamiento público.
Quienes tenían altos ingresos, quienes no dependían de un salario, disfrutaron
nuevamente –como en tiempos de la dictadura– de viajes al exterior y de la
compra de productos importados. La gran mayoría de la población, fue excluida
de “la fiesta”. Asimismo, se dictó la Ley de flexibilización laboral que empeoró
la situación de quienes habían podido conservar su empleo, ya que los dejaba
librados a la arbitrariedad patronal.
En 1994, la reforma de la Constitución permitió la reelección presidencial
y en 1995, Menem asumió su segunda presidencia. Durante la década de
gobierno menemista, no sólo se profundizó la política económica neoliberal
de la dictadura sino que también se indultó a los responsables del terrorismo
de Estado. Con las leyes de Punto Final y de Obediencia Debida (sancionadas
durante el gobierno de Alfonsín) más los indultos de Menem a los represores, las
violaciones a los derechos humanos y los delitos de lesa humanidad perpetrados
por los genocidas quedaron impunes. Los asesinos estaban sueltos mientras
las víctimas seguían sin aparecer y cientos de nietos seguían apropiados.
Ante esto, las Madres, Abuelas e Hijos de desaparecidos intensificaron su lucha
a través de escraches a represores y a sus cómplices civiles. Mientras tanto, ante
el avance de la desindustrialización, el desempleo y la pobreza, sectores sociales
excluidos, acorralados por la pobreza y el hambre, salieron a las calles. Ya no se
trataba, como había sucedido durante mucho tiempo, de luchas encabezadas por
el movimiento obrero. Eran los desocupados, pobres e indigentes que no contaban
con la tradicional herramienta de protesta, la huelga, para defender sus derechos.
Desprovistos de protección del Estado, inventaron una nueva herramienta: el corte
de rutas y caminos. Nacía así el Movimiento Piquetero.
las asambleas de desocupados y los cortes de ruta fueron algunas de las novedosas formas
que asumió la resistencia popular en los años del neoliberalismo. los cortes de ruta fueron
etiquetados por muchos periodistas como “piquetes” y, el término sirvió, por extensión para
denominar a sus protagonistas como “piqueteros”. El movimiento de desocupados se inició en
neuquén y salta impulsado por trabajadores que habían perdido el empleo como consecuencia
de la privatización de yPF. luego, esta modalidad de lucha se extendió a otras partes del país,
particularmente al conurbano bonaerense.
162 HistoRia aRgEntina
Los docentes, por su parte, plantaron una carpa –la llamada “carpa
blanca”– frente al Congreso de la Nación pidiendo aumento en el presupuesto
educativo y en los salarios; los jubilados, víctimas de la privatización del sistema
previsional y jubilatorio, también protestaron, muchas veces muy solitariamente.
Nunca tantos sectores de la sociedad habían perdido tantos derechos gracias
a la aplicación de un plan que disciplinaba a la sociedad, mediante el terror
inflacionario y el miedo al desempleo.
Durante los gobiernos de Menem se sucedieron atentados terroristas,
primero a la embajada de Israel, luego a la AMIA. El ex presidente quedó
vinculado a una causa por venta ilegal de armas que costó una explosión de
una fábrica de armas en Córdoba. El nivel de corrupción, la fuga de capitales, el
lavado de dinero, la malversación de fondos públicos, fueron el telón de fondo de
una década nefasta de nuestra historia.
El pueblo en movimiento
El estallido popular llegó bajo la presidencia del sucesor de Menem, el
radical Fernando de la Rúa, quien llegó al gobierno en 1999 como candidato de
una Alianza entre la Unión Cívica Radical y el Frente País Solidario (FREPASO),
proponiendo una renovación. La continuidad de la política económica de los
gobiernos menemistas, la severa situación de endeudamiento público, el
aumento de la desocupación, la devaluación constante del peso, fueron los
domingo Felipe Cavallo de
regreso al ministerio de
Economía, bajo la presidencia
de de la Rúa. su modelo
implementado desde 1991,
estalló por los aires diez años
después, provocando la cuasi
disgregación de la sociedad
argentina.
UNIDAD 5 163
elementos característicos de su breve presidencia. Ante la crisis social y el
aumento de la movilización popular, la solución de emergencia en 2001 fue
la designación del responsable de la crisis y “padre del modelo”, Domingo
Felipe Cavallo, al frente del Ministerio de Economía. Quien había estatizado
la deuda privada siendo funcionario de la dictadura militar, quien había
vendido por monedas las empresas de la Nación, quien había arrasado con
derechos de trabajadores activos y pasivos, volvía a estar al frente de la
economía para continuar aplicando las recetas neoliberales dictadas por el
Fondo Monetario Internacional (FMI). Dada la situación de endeudamiento
que dejó la dictadura y que profundizaron los gobiernos democráticos,
particularmente los encabezados por Menem y De la Rúa, este organismo
financiero internacional fue el que definió, cada vez más visiblemente, las
políticas económicas y sociales que se aplicaban en el país.
Atendiendo justamente a los dictados del FMI, Domingo Cavallo hizo
frente a la debacle económica que se anunciaba, reteniendo mediante un
“corralito” de cuentas bancarias los ahorros de los sectores medios. Esta
vez no arremetía contra los más vulnerables. El malestar social engendrado
en los 90 llegó a su apogeo cuando se sumó a la protesta de los sectores
populares, la protesta de la clase media. Los vecinos de las ciudades más
importantes del país, provenientes de los barrios más acomodados, salieron
a la calle con sus cacerolas pidiendo por sus ahorros y por la renuncia de
los miembros del gobierno de la Alianza. En diciembre de 2001, las calles
de las ciudades se poblaron de ciudadanos que se sumaban a la lucha que
se desarrollaba desde hacía años, en las rutas, en el Conurbano, y en las
grandes ciudades del país. El 19 y 20 de diciembre de 2001, coincidieron
en las calles quienes vivían una larga crisis iniciada en la dictadura, con
los nuevos afectados, los sectores medios víctimas del “corralito” impuesto
por Cavallo. El lema en esos días de rebelión popular fue la unión: “Piquete
y cacerola, la lucha es una sola”, así como: “que se vayan todos”, como
expresión de desprecio a las instituciones políticas que habían perdido toda
legitimidad.
164 HistoRia aRgEntina
Frente a semejante movilización popular a nivel nacional, la reacción del
gobierno fue la represión, por la cual hubo muchos heridos y muertos. De la
Rúa renunció, quedando el poder político en manos de la Asamblea legislativa,
quien nombró como presidente provisional a quien estaba a cargo del Senado,
Ramón Puerta. Se sucedieron cuatro presidentes en unos pocos días. El país
parecía hundirse y disgregarse. Tras décadas de neoliberalismo y represión,
se llegaba a un punto, parecido a un abismo, del que parecía no haber retorno.
de la Rúa tuvo que renunciar
empujado por la rebelión popular
que estalló en diciembre de 2001.
abandonó la Casa Rosada en el
helicóptero presidencial.
UNIDAD 5 165
guía de lectura de la Unidad 5
Las siguientes preguntas retoman los ejes centrales de la unidad. Le proponemos
responderlas recuperando la información que se brinda en el texto, como un
ejercicio para facilitar su análisis.

  1. En la unidad 3 se definió qué son los gobiernos de facto. Le proponemos releer
    tal definición y luego, a partir del análisis del apartado de la presente unidad
    Entre dictaduras y gobiernos civiles tutelados (1955-1973) y del cuadro La
    alternancia de regímenes políticos (1955-1976), responder:
    a. ¿Cuánto tiempo vivió la sociedad argentina bajo regímenes de facto o dictaduras
    durante el período 1955-1976?
    b. ¿Qué sectores derrocaron a Perón en 1955 y qué políticas aplicaron? ¿Por qué
    muchas de esas medidas provocaron el rechazo de los trabajadores?
    c. ¿A qué se llamó la Resistencia peronista?
    d. Investigue sobre el fusilamiento del general Valle y sobre la masacre de José
    León Suárez en documentales, libros de texto o Internet. Puede también leer
    el libro Operación Masacre, del periodista Rodolfo Walsh (asesinado en 1977
    por otra dictadura militar), en el que se describe la trama de lo sucedido en los
    basurales de José León Suárez.
  2. En el texto se sostiene que “Los llamados a elecciones presidenciales en 1958
    y 1963 no significaron un restablecimiento de la democracia. (…) En ambas
    ocasiones, el pueblo fue llamado a elegir a sus representantes, pero aún así
    es difícil hablar de democracia”. En relación con esta cita, responda a las
    siguientes consignas:
    a. ¿Por qué si el pueblo votó y eligió, el autor de la unidad considera que no se
    puede hablar de democracia plena? ¿Comparte la opinión del autor? ¿Por qué?
    b. ¿Por qué en ese mismo párrafo se afirma que los gobiernos de Arturo Frondizi y
    de Arturo Illia fueron débiles? ¿Por qué cree que desde las Ciencias Sociales se
    llama a este tipo de gobiernos tutelados o semidemocráticos?
  3. ¿Por qué se afirma que, en este período, las fuerzas armadas se alejaron
    totalmente de las funciones que les asigna la Constitución Nacional? Explique la
    noción de “Partido Militar” e identifique los intereses que tal “partido” expresa o
    intenta expresar.
  4. Desde 1966, grupos de civiles y militares consideraron que la experiencia de
    los gobiernos “democráticos”, como los de Frondizi e Illia, debía darse por
    concluida. En relación con este tema, resuelva las siguientes consignas:
    a. Identifique a los grupos de civiles que, junto a los militares encabezados por el
    general Onganía, apoyaron el establecimiento de una nueva dictadura.
    b. ¿Cuál es el diagnóstico que estos grupos civiles y militares hacían de la realidad
    argentina?, ¿qué problemas detectaban?
    c. ¿Cuáles fueron las políticas que aplicaron para intentar resolverlos?
    166 Historia ARGENTINA
  5. Una de las cuestiones centrales que preocupaba a los golpistas de 1966
    era la propagación de las ideas comunistas en la Argentina. Para entender
    esa preocupación, es necesario que revise ciertas cuestiones de la política
    internacional. Busque información en los libros de texto o en Internet sobre El
    mundo bipolar, La Guerra Fría y El proceso de descolonización. Lea también en
    esta unidad el recuadro sobre el impacto de la Revolución Cubana en América
    Latina y la Doctrina de la Seguridad Nacional; luego responda:
    a. ¿En qué bloques quedó dividido el mundo luego de la Segunda Guerra Mundial?
    ¿Qué países lideraban esos bloques? ¿A qué se llamó Guerra Fría?
    b. ¿Qué tipo de sociedad se propusieron construir los revolucionarios cubanos y a
    qué bloque, de los que estaba por entonces dividido el mundo se aliaron?
    c. ¿Desde cuándo la guerra fría se instaló en el continente americano y por qué?
    d. ¿En qué consistió la Doctrina de la Seguridad Nacional? ¿Qué relación puede
    establecer entre esta doctrina y la influencia de la Revolución Cubana en
    América Latina?
    e. ¿Con qué medidas y prácticas la dictadura encabezada por Onganía intentó
    frenar en nuestro país el avance del comunismo?
    f. ¿Cuáles eran las nuevas costumbres que el gobierno de Onganía combatió?
  6. Algunos historiadores afirman que las políticas represivas de Onganía, así como
    sus medidas económicas a favor de una minoría capitalista muy poderosa,
    desencadenaron un ciclo de luchas populares totalmente opuesto al que su
    gobierno se había propuesto imponer.
    En relación con esta interpretación y teniendo en cuenta la información brindada
    en la unidad, responda:
    a. ¿Qué acontecimiento puso en jaque la autoridad de Onganía y de su gobierno?
    b. ¿Qué otros alzamientos populares se desencadenaron desde entonces? ¿Qué
    grupos sociales y regionales se levantaron contra la dictadura? ¿Cuáles fueron
    sus reclamos?
    c. ¿Por qué, desde entonces, tomaron más fuerza las organizaciones populares
    que adherían a la lucha armada? ¿Qué tipo de sociedad pretendían construir
    estas organizaciones?
    d. ¿Cómo influyó la lucha popular (en sus diversas manifestaciones) sobre el
    destino o la suerte del gobierno militar? ¿Qué salida, contraria a sus deseos,
    encontraron los militares para poner freno a la ebullición popular?
  7. En 1973, como resultado de las primeras elecciones democráticas sin
    proscripciones que se producían en el país después del derrocamiento del
    peronismo, esta fuerza política llegó nuevamente al gobierno. En relación con el
    período 1973-1976 (El tercer peronismo):
    a. Identifique las distintas fuerzas que formaban parte por entonces del
    peronismo, sus proyectos y formas de organización y lucha.
    b. ¿Cómo intentaron resolver sus diferencias y cuáles fueron los resultados?
    UNIDAD 5 167
  8. El 24 de marzo de 1976 se produjo un golpe de Estado que instaló otra dictadura
    cívico-militar. En referencia a este período, resuelva las siguientes consignas:
    a. ¿Qué grupos civiles apoyaron el golpe? ¿Qué lugares de responsabilidad
    ocuparon en el gobierno dictatorial? ¿Por qué hablamos de dictaduras cívicomilitares?
    b. ¿En qué consistió el terrorismo de Estado? ¿Por qué se afirma en el texto que no
    se trató de acciones desorganizadas e incoherentes, sino de un plan sistemático
    organizado desde el Estado?
    c. En el texto se sostiene además que el Terrorismo de Estado tenía como objetivo
    no sólo actuar contra los “sospechosos” de subversión sino también establecer
    un sistema de terror, que generara miedo, autocensura y que paralizara
    cualquier tipo de reacción de los ciudadanos. ¿Por qué cree usted que la
    dictadura habrá querido sembrar miedo, autocensura y parálisis en toda la
    sociedad?
    d. ¿Logró la dictadura paralizar a la sociedad, inhibir sus reacciones? ¿Quiénes
    encabezaron la resistencia a la dictadura?
    Para conocer más sobre estos grupos, se recomienda la serie
    de documentales de Canal Encuentro, Madres de Plaza de Mayo. La
    historia, localizable en el sitio: http://www.conectate.gob.ar/sitios/
    conectate/busqueda/buscar?rec_id=125642
    También se pueden consultar los sitios de Madres y Abuelas
    por Internet:
    http://www.madres.org/navegar/nav.php
    http://madresfundadoras.blogspot.com.ar/
    http://www.abuelas.org.ar/
    Recomendamos además ver la película La historia oficial
    (1984), de Luis Puenzo.
  9. El Mundial de Fútbol de 1978 fue utilizado por la dictadura para tratar de mostrar
    al mundo que en la Argentina no había avasallamiento de los derechos humanos
    sino que, por el contrario, había un pueblo unido y feliz detrás de su gobierno y
    de los colores de su bandera. ¿Qué habrán querido significar los publicistas de la
    dictadura con la consigna “Los argentinos somos derechos y humanos”?
    Busque más información en enciclopedias, Internet, libros de texto y revistas
    sobre las responsabilidades de periodistas, artistas, canales de televisión y
    medios de comunicación en general con esta campaña. ¿Conoce otros ejemplos
    de la utilización política del fútbol o de otros deportes populares? ¿Cuáles? ¿Qué
    opina sobre el tema? Fundamente su respuesta y escriba un breve texto con sus
    reflexiones.
  10. En relación con la política económica impulsada por la dictadura militar de 1976:
    a. ¿Qué proponía el proyecto neoliberal representado por el ministro de Economía
    José Alfredo Martínez de Hoz?
    168 Historia ARGENTINA
    b. ¿Cómo se relacionaba este proyecto con las tendencias del capitalismo
    internacional luego de la crisis del petróleo de 1973? ¿Cuáles eran sus puntos
    en común?
    c. ¿Qué medidas aplicó Martínez de Hoz y con qué resultados? ¿Qué pasó con
    la industria y en general con todo el sector productivo? ¿Quiénes fueron los
    beneficiarios y los perjudicados de la gigantesca especulación financiera en que
    se sumió el país en estos años?
    d. ¿Por qué se afirma en el texto que el genocidio no sólo alcanzó a un sector
    movilizado de la sociedad a través de la aplicación del terror de Estado, sino que
    también fue económico y social?
  11. ¿Por qué se produjo –según este texto– la guerra de Malvinas? Pregunte entre
    sus familiares y vecinos qué recuerdos tienen sobre estos hechos y sobre
    cuál fue la actitud de los medios de comunicación más importantes frente a
    ellos. Reflexione sobre la complicidad de los medios de comunicación en el
    ocultamiento del genocidio y en las campañas nacionalistas, como el Mundial
    78 y la guerra de Malvinas. ¿Qué opinión le merece? Retome el texto escrito
    sobre el rol de los medios (consigna 9) y amplíelo con sus reflexiones sobre su
    incidencia en la opinión pública durante la Guerra de Malvinas.
  12. En 1983 la dictadura llegó a su fin. Desde entonces, se inició un proceso
    democrático que continúa hasta el presente.
    a. ¿Cuál fue el legado de la dictadura para los gobiernos democráticos? ¿Por qué
    puede decirse que dejó una pesada herencia?
    b. En la unidad se afirma que bajo el gobierno de Alfonsín, “La democracia debía
    resolver principalmente la situación de las víctimas del terror, debía buscar a
    quienes habían sido secuestrados y desaparecidos, debía juzgar y castigar a los
    culpables”. Identifique las distintas medidas que tomó el Estado democrático
    para juzgar y castigar a los responsables del terrorismo de Estado. Asimismo,
    analice las resistencias y presiones que recibió el gobierno de Alfonsín para
    limitar y clausurar los juicios a los represores.
    c. ¿Pudo resolver el gobierno de Alfonsín los graves problemas heredados?
    ¿Cómo fue destituido antes de cumplir su mandato? ¿A qué se llama golpe de
    mercado? ¿Por qué se habla de golpe? ¿Qué medios se utilizan para derrocar a
    un gobierno? ¿Cuáles son las diferencias con un golpe de Estado tradicional?
    d. Recuerde o averigüe entre familiares y amigos cuáles son los sentimientos
    y sensaciones que produce un proceso hiperinflacionario en los sujetos.
    Luego, reflexione sobre la afirmación: “Se trataba de una nueva forma de
    golpe destinada a sembrar el caos, el desprestigio de las autoridades elegidas
    democráticamente y a allanar el camino para achicar el Estado y entregar las
    empresas del Estado a los acreedores de la Argentina”. Escriba un breve texto
    con sus reflexiones.
  13. Durante las dos presidencias de Menem (1989-1995 y 1995-1999) y la
    presidencia de De la Rúa (1999-2001) se profundizaron las políticas neoliberales
    aplicadas durante la dictadura militar y se retrocedió respecto a las políticas de
    UNIDAD 5 169
    juzgamiento y castigo a los responsables del Terrorismo de Estado. En relación
    con estos temas, resuelva las siguientes consignas:
    a. ¿Cuáles fueron las medidas económicas aplicadas durante las presidencias de
    Menem? ¿Por qué se puede decir que estas contribuyeron al achicamiento del
    Estado y beneficiaron a las grandes empresas, nacionales y extranjeras?
    b. ¿Cuáles fueron los sectores perjudicados por la aplicación de las políticas
    neoliberales? ¿Quiénes y cómo se rebelaron contra estas políticas? ¿Qué
    novedosas formas de organización y de lucha nacieron?
  14. En relación con la insurrección popular de diciembre de 2001:
    a. Identifique sus diferentes causas, tanto las más próximas al estallido popular
    del 19 y 20 de diciembre, así como otras más lejanas.
    b. ¿Cuál era el significado de las consignas “Piquete y cacerola, la lucha es una
    sola” y “Qué se vayan todos” cantadas por los que salieron a las calles en esos
    días? Para una mejor comprensión de estas, puede buscar información en
    distintos libros, diarios de la época, documentales y/o indagar entre quienes
    hayan sido protagonistas o testigos de esos hechos.
  15. Construya un cuadro sobre los regímenes políticos y gobiernos que se
    sucedieron en Argentina durante el período 1976-2001. Para ello tome como
    referencia el cuadro “La alternancia de regímenes políticos (1955-1976)”, página
    138 y la lámina “Represión y Neoliberalismo” que está al final de esta unidad.
  16. En la presente unidad se afirma que “A partir del derrocamiento del gobierno de
    Juan Domingo Perón en septiembre de 1955 se inició un proceso caracterizado
    por un aspecto clave: el control del poder político real por parte de los sectores
    económicamente dominantes a través de las fuerzas armadas. Durante muchos
    años, entre 1955 y 1983, esos sectores definieron las políticas a aplicar desde
    el Estado, ya sea a través de dictaduras o de gobiernos civiles tutelados por las
    fuerzas armadas.”
    Teniendo en cuenta la información que brinda la unidad y otras fuentes que haya
    consultado, ¿se podría afirmar que en el período que transcurrió entre 1983 y
    2001, los gobiernos elegidos por el pueblo también estuvieron tutelados y que en
    realidad se vivió una etapa de “democracias condicionadas”?
    Fundamente su respuesta, explicando –en caso de que responda
    afirmativamente– quiénes, qué grupos, tutelaron o condicionaron la acción de
    los gobiernos democráticos entre 1983 y 2001. Analice, además, las formas o
    medios que utilizaron para condicionar sus decisiones.
  17. En el centro de la lámina “Represión y Neoliberalismo” que se encuentra al final
    de esta unidad, se presenta un dibujo sobre la etapa menemista. Analícelo y
    explique su significado teniendo en cuenta lo aprendido sobre esta etapa.
    ACTIVIDADes de síntesis
    170 Historia ARGENTINA
    PROPUESTAS PARA EL DEBATE
    Las siguientes actividades proponen temas para la reflexión, vinculados al período
    histórico que se aborda en esta unidad. Le proponemos realizar estas reflexiones
    colectivamente, junto a sus compañeros y el profesor tutor, en el encuentro de tutoría.
  18. A lo largo de este módulo se ha trabajado sobre la influencia del Estado sobre la
    vida de los trabajadores. Comparen y debatan acerca de las diferencias entre las
    políticas desplegadas por el Estado keynesiano de Bienestar (peronismo, 1943-
    1955) y las impulsadas por el Estado neoliberal en el período 1976-2001.
  19. Para profundizar el estudio del período (1976-2001), les proponemos realizar
    una actividad de Cine e Historia. Vean el documental Memoria del saqueo (2003),
    escrito y dirigido por Pino Solanas, y resuelvan las siguientes consignas:
    a. Observe las primeras imágenes del filme e identifique el sentido que les da el
    montaje. En su respuesta tenga en cuenta los escenarios y actores sociales que
    el director pone en pantalla y la pregunta que se sobreimprime en ellas: ¿qué
    había pasado en la Argentina? ¿Cómo era posible que en una tierra tan rica se
    sufriera tanta hambre?
    b. Ubique el arco temporal del que intenta dar cuenta el filme. ¿A qué proceso
    histórico se remonta para explicar los sucesos de diciembre de 2001? ¿Por qué?
    c. ¿Qué continuidades y rupturas entre los gobiernos dictatoriales y los
    democráticos plantea el filme? Teniendo en cuenta la información de la unidad,
    ¿cuál es su opinión al respecto?
    d. Identifique los debates alrededor de la deuda externa argentina y sus
    principales actores e intereses. Señale los efectos que esta tiene en la transición
    democrática.
    e. ¿Cómo caracteriza el filme al Estado liberal y sus políticas? Identifique algunas
    escenas donde se evidencie su funcionamiento.
    f. Identifique los cambios que se producen en los años 90 en distintas dimensiones
    de la realidad social (económica/social/cultural/política), según el planteo
    de este documental. Según la bibliografía leída, ¿qué otros elementos o
    explicaciones le agregaría al análisis?
    g. ¿Cuáles fueron los principales actores del cambio en los años 90? ¿Qué objetivos
    y estrategias pusieron en marcha?
    h. Según su opinión, ¿cómo pudieron aplicarse políticas que condujeron a la
    pauperización de la sociedad argentina y a la conformación de una sociedad tan
    desigual? ¿Existieron actores sociales (partidos, movimientos, agrupaciones)
    que resistieron o se opusieron a este modelo? ¿Cuáles? Señale algunas escenas
    donde aparezcan representados estos actores.
    i. Según lo visto y leído, ¿cuál es su opinión sobre los logros, condicionamientos y
    límites de los gobiernos democráticos de los 80 y 90?
    Fuente: Alejandra Rodríguez, 2008, en blog Introducción al Conocimiento de la
    Sociedad y el Estado, Cátedra Alejandra Giuliani y Miguel Mazzeo:
    http://catedraicse.blogspot.com.ar/2011/08/guias-de-estudio.html
    UNIDAD 5 171
    Para continuar profundizando desde el cine el estudio de estos
    temas, le sugerimos las siguientes películas.
    Sobre las consecuencias económico sociales de la dictadura
    Tiempo de revancha (1982), de Adolfo Aristarain.
    La deuda interna (1987), de Miguel Pereira.
    Plata dulce (1982), de Fernando Ayala.
    Sobre el período 1983-2001
    Después de la tormenta (1991), de Tristán Bauer.
    Mundo Grúa (1999), de Pablo Trapero.
    La ciénaga (2000), de Lucrecia Martel.
    Bolivia (2001), de Adrián Israel Caetano.
    Un oso rojo (2002), de Adrián Israel Caetano.
    El custodio (2005), de Rodrigo Moreno.
    La próxima estación (2008), de Pino Solanas.
    Tierra Sublevada. Oro impuro (2009), de Pino Solanas.
    Fuente: Marcela López- Alejandra Rodríguez, Un país de película.
    La historia argentina que el cine nos contó, Del Nuevo Extremo,
    Buenos Aires, 2009.
    172 HistoRia aRgEntina
    REPRESIÓN Y
    NEOLIBERALISMO
    MUNDIAL DE FÚTBOL GOLPE CÍVICO MILITAR
    1976 DICTADURA CÍVICO-MILITAR – TERRORISMO DE ESTADO 1983 PRESIDENCIA DE RAUL ALFONSÍN 1989
    SURGIMIENTO DE MADRES 1977 Y ABUELAS DE PLAZA DE MAYO
    1978
    1985 JUICIO A LAS JUNTAS
    1982 GUERRA DE MALVINAS
    1991 LEY DE CONVERTIBILIDAD
    En 1991 entró en vigencia el plan de convertibili –
    dad que establecía la paridad de
    un peso = un dólar en consonancia con la política
    de apertura y desregulación de la economía,
    reduciendo los aranceles que protegían a las

industrias nacionales.

ASUNCIÓN RAÚL ALFONSÍN LEY DE

PUNTO FINAL 1986

1987
El Congreso sancionó la Ley de
Obediencia Debida que suspendía
los juicios contra aquellos miembros de las Fuerzas que aducían
haber ejercido represión bajo
órdenes superiores.
El 17 de abril de 1987 un grupo
militar comandado por el teniente coronel Aldo Rico ocupó
Campo de Mayo, exigiendo la
finalización de los Juicios.
LEVANTAMIENTO
CARAPINTADA
LEY DE OBEDIENCIA
DEBIDA 1989 COPAMIENTO
DE LA TABLADA
PRIVATIZACIÓN DE YPF
ASUNCIÓN CARLOS MENEM
En 1989 asumió la presidencia el candidato justicialista Carlos Menem.
1989 PRESIDENCIA CARLOS MENEM 1999 PRESIDENCIA FERNANDO DE LA RÚA
INCIDENTES EN CUTRAL-CO
SURGIMIENTO DE MOVIMIENTO PIQUETERO
1989
INDULTO A REPRESORES
1996 2001 ESTALLIDO POPULAR
REFORMA DE LA
CONSTITUCIÓN 1994 PRESIDENCIA DE CRISIS POLITICA,
FERNANDO DE LA RÚA ECONÓMICA Y SOCIAL 1999 CORRALITO RENUNCIA DEL
PRESIDENTE 2001
ANTECEDENTES DEL PERÍODO
RESISTENCIA PERONISTA
CRISIS ECONÓMICA Y SOCIAL
REGRESO DE PERÓN AL PAÍS
2000
BLINDAJE Y MEGACANJE
1955
1973
PROSCRIPCIÓN DEL PERONISMO
PRESIDENCIA HÉCTOR CÁMPORA
1989
CONSENSO DE WASHINGTON
El ajuste estructural iniciado a comienzos de la década del 90 se profundizó
durante los últimos años del siglo . Las
medidas de ajuste económico, flexibilización laboral y los recortes en salud
y educación y a los jubilados, sumadas al
desprestigio de las instituciones y partidos políticos derivaron en una crisis
económica, política y social sin precedentes . El pueblo salió a las calles : los
saqueos y las movilizaciones masivas
fueron la escena diaria de miles de
argentinos.
Este término define a una serie de propuestas
formuladas por el FMI y el Banco Mundial para aplicar en los países de América Latina como salida a
su situación de crisis. Se impulsaba la liberación de
los mercados, de las importaciones y la privatización
de las empresas estatales, políticas que conformaron los pilares del modelo neoliberal en toda la
región.
El gobierno acordó con la UCR mediante
el “Pacto de Olivos”, la reforma de la
Constitución que estableció la reducción del período de gestión presidencial a cuatro años y la posibilidad de la
reelección.
1976 – 2002: la sociedad argentina pasó de vivir en la más terrible dictadura a un sistema democrático y a la alternancia de propuestas políticas. A pesar de los cambios de gobierno y de la importancia de volver a vivir en democracia, el modelo económico
y social neoliberal iniciado por los dictadores se mantuvo y se profundizó durante los años 90. Esta continuidad fue posible
porque se asentó en el silenciamiento de los sectores populares por medio de la persecución y la muerte, el empobrecimiento y la
violación de los derechos humanos. El costo social de las políticas implementadas derivó en la explosión de 2001.
En 1982, las fuerzas armadas, bajo
la presidencia de Leopoldo Galtieri,
ocuparon las islas Malvinas. Se
trató de una estrategia para soste –
ner al gobierno cuando la crisis
económica y la constante violación
a los derechos humanos, impulsaban la movilización social con el
pedido de retorno a la democracia.
El Congreso nacional sancionó la
Ley de Punto Final que establecía febrero de 1987 como
fecha límite para presentar
demandas contra los represores.
Durante el gobierno de Raúl
Alfonsín, Enrique Gorriarán Merlo
—ex jefe del movimiento guerrillero
ERP— lideró un grupo armado
que atacó y ocupó el Regimiento
de Infantería Mecanizado 3 de La
Tablada.
El “Blindaje” fue un acuerdo propuesto por el
FMI con el fin de darle crédito a nuestro país
para ser utilizado en el pago de la enorme
deuda, a condición de recortes y ajustes
económicos. El “megacanje”, por su parte, pretendía canjear la deuda por una nueva. La
respuesta era pagar la deuda con más deuda.
En 1999 Fernando de la Rúa ganó las
elecciones por la Alianza integrada por
el FREPASO y la UCR.
El ministro de economía Domingo
Cavallo tomó una medida por la cual los
depósitos bancarios quedaron congelados, afectando principalmente a la clase
media
Dada la masiva movilización popular, y
luego de la brutal represión que dejó
como saldo 39 víctimas, el presidente de
la Rúa dejó su cargo el 20 de diciembre
de 2001.
En algo mas de una semana asumieron
cinco presidentes. Finalmente el 1 de
enero de 2002 asume Eduardo Duhalde.
UNIDAD 5 173
REPRESIÓN Y
NEOLIBERALISMO
MUNDIAL DE FÚTBOL GOLPE CÍVICO MILITAR
1976 DICTADURA CÍVICO-MILITAR – TERRORISMO DE ESTADO 1983 PRESIDENCIA DE RAUL ALFONSÍN 1989
SURGIMIENTO DE MADRES 1977 Y ABUELAS DE PLAZA DE MAYO
1978
1985 JUICIO A LAS JUNTAS
1982 GUERRA DE MALVINAS
1991 LEY DE CONVERTIBILIDAD
En 1991 entró en vigencia el plan de convertibili –
dad que establecía la paridad de
un peso = un dólar en consonancia con la política
de apertura y desregulación de la economía,
reduciendo los aranceles que protegían a las

industrias nacionales.

ASUNCIÓN RAÚL ALFONSÍN LEY DE

PUNTO FINAL 1986

1987
El Congreso sancionó la Ley de
Obediencia Debida que suspendía
los juicios contra aquellos miembros de las Fuerzas que aducían
haber ejercido represión bajo
órdenes superiores.
El 17 de abril de 1987 un grupo
militar comandado por el teniente coronel Aldo Rico ocupó
Campo de Mayo, exigiendo la
finalización de los Juicios.
LEVANTAMIENTO
CARAPINTADA
LEY DE OBEDIENCIA
DEBIDA 1989 COPAMIENTO
DE LA TABLADA
PRIVATIZACIÓN DE YPF
ASUNCIÓN CARLOS MENEM
En 1989 asumió la presidencia el candidato justicialista Carlos Menem.
1989 PRESIDENCIA CARLOS MENEM 1999 PRESIDENCIA FERNANDO DE LA RÚA
INCIDENTES EN CUTRAL-CO
SURGIMIENTO DE MOVIMIENTO PIQUETERO
1989
INDULTO A REPRESORES
1996 2001 ESTALLIDO POPULAR
REFORMA DE LA
CONSTITUCIÓN 1994 PRESIDENCIA DE CRISIS POLITICA,
FERNANDO DE LA RÚA ECONÓMICA Y SOCIAL 1999 CORRALITO RENUNCIA DEL
PRESIDENTE 2001
ANTECEDENTES DEL PERÍODO
RESISTENCIA PERONISTA
CRISIS ECONÓMICA Y SOCIAL
REGRESO DE PERÓN AL PAÍS
2000
BLINDAJE Y MEGACANJE
1955
1973
PROSCRIPCIÓN DEL PERONISMO
PRESIDENCIA HÉCTOR CÁMPORA
1989
CONSENSO DE WASHINGTON
1999 PRESIDENCIA FERNANDO DE LA RÚA
El ajuste estructural iniciado a comienzos de la década del 90 se profundizó
durante los últimos años del siglo . Las
medidas de ajuste económico, flexibilización laboral y los recortes en salud
y educación y a los jubilados, sumadas al
desprestigio de las instituciones y partidos políticos derivaron en una crisis
económica, política y social sin precedentes . El pueblo salió a las calles : los
saqueos y las movilizaciones masivas
fueron la escena diaria de miles de
argentinos.
Este término define a una serie de propuestas
formuladas por el FMI y el Banco Mundial para aplicar en los países de América Latina como salida a
su situación de crisis. Se impulsaba la liberación de
los mercados, de las importaciones y la privatización
de las empresas estatales, políticas que conformaron los pilares del modelo neoliberal en toda la
región.
El gobierno acordó con la UCR mediante
el “Pacto de Olivos”, la reforma de la
Constitución que estableció la reducción del período de gestión presidencial a cuatro años y la posibilidad de la
reelección.
1976 – 2002: la sociedad argentina pasó de vivir en la más terrible dictadura a un sistema democrático y a la alternancia de propuestas políticas. A pesar de los cambios de gobierno y de la importancia de volver a vivir en democracia, el modelo económico
y social neoliberal iniciado por los dictadores se mantuvo y se profundizó durante los años 90. Esta continuidad fue posible
porque se asentó en el silenciamiento de los sectores populares por medio de la persecución y la muerte, el empobrecimiento y la
violación de los derechos humanos. El costo social de las políticas implementadas derivó en la explosión de 2001.
En 1982, las fuerzas armadas, bajo
la presidencia de Leopoldo Galtieri,
ocuparon las islas Malvinas. Se
trató de una estrategia para soste –
ner al gobierno cuando la crisis
económica y la constante violación
a los derechos humanos, impulsaban la movilización social con el
pedido de retorno a la democracia.
El Congreso nacional sancionó la
Ley de Punto Final que establecía febrero de 1987 como
fecha límite para presentar
demandas contra los represores.
Durante el gobierno de Raúl
Alfonsín, Enrique Gorriarán Merlo
—ex jefe del movimiento guerrillero
ERP— lideró un grupo armado
que atacó y ocupó el Regimiento
de Infantería Mecanizado 3 de La
Tablada.
El “Blindaje” fue un acuerdo propuesto por el
FMI con el fin de darle crédito a nuestro país
para ser utilizado en el pago de la enorme
deuda, a condición de recortes y ajustes
económicos. El “megacanje”, por su parte, pretendía canjear la deuda por una nueva. La
respuesta era pagar la deuda con más deuda.
En 1999 Fernando de la Rúa ganó las
elecciones por la Alianza integrada por
el FREPASO y la UCR.
El ministro de economía Domingo
Cavallo tomó una medida por la cual los
depósitos bancarios quedaron congelados, afectando principalmente a la clase
media
Dada la masiva movilización popular, y
luego de la brutal represión que dejó
como saldo 39 víctimas, el presidente de
la Rúa dejó su cargo el 20 de diciembre
de 2001.
En algo mas de una semana asumieron
cinco presidentes. Finalmente el 1 de
enero de 2002 asume Eduardo Duhalde

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