La conformación de  sectores dominantes en la Norpatagonia Argentina
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Vista de La conformación de sectores dominantes en la Norpatagonia Argentina. Neuquén: grupos de poder, estrategias de acumulación y prácticas políticas. (uncoma.edu.ar)

La conformación de sectores dominantes en la Norpatagonia Argentina. Neuquén: grupos de poder, estrategias de acumulación y prácticas políticas∗Susana Bandieri∗∗ La propuesta de investigación inicial partía del conocimiento de que al interior de los sectores dominantes a nivel regional se destacaban al menos tres grupos. Por una parte, un significativo número de empresarios chilenos con capital que adquirieron campos sobre principios del siglo XX en el sur del territorio como parte de una especial y complementaria estrategia de inversión, que de hecho habría contribuido al proceso general de acumulación de capitales vigente en el país trasandino. Por la otra, un grupo de comerciantes-ganaderos de origen ultramarino, sin capital inicial, provenientes del área pampeana, que se radicaron tempranamente en Neuquén iniciando su proceso de acumulación a través de la actividad comercial, complementada luego con la adquisición de tierras y la producción ganadera. Y, por último, un importante grupo de migrantes sirio-libaneses que se dedicaron exclusivamente al comercio en todas sus escalas, sin relación importante con la propiedad de la tierra y los aspectos productivos, siendo los mas visiblemente vinculados a las estructuras de poder político regional a partir de la provincialización del territorio sobre mediados de la década de 1950. Estudiar el origen y desarrollo histórico de estos grupos, sus respectivas estrategias de acumulación y sus relaciones fue entonces el objetivo central de esta propuesta, para aproximarse comprensivamente a las características de una región con una especificidad importante en el concierto nacional, compartida con otros espacios regionales marginales y periféricos al tradicional modelo agro-exportador argentino. Previo a ello, resultó importante realizar una serie de precisiones conceptuales necesarias a la hora de abordar el estudio social de los grupos dominantes en la dimensión regional. En efecto, se trataba de estudiar un espacio tardíamente incorporado a la denominada “soberanía nacional”, en un proceso que la propia consolidación del Estado central argentino pondría en marcha a través de la incorporación de los Territorios Nacionales a las formas capitalistas vigentes luego de su conquista por medios coactivos a la sociedad indígena. La larga persistencia de las estructuras centrales de dominación habría, por su parte, dado formas particulares a la constitución de grupos sociales dominantes de carácter local, de extracción muy diferente a las tradicionales burguesías consolidadas en las más importantes provincias argentinas. ∗ Tesis doctoral realizada bajo la dirección de la Dra. Pilar Pérez Cantó, defendida en febrero del año 2000 en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Madrid, España ∗∗ Dra. en Historia, Profesora Titular Dpto. de Historia, Facultad de Humanidades Universidad Nacional del Comahue, Investigadora Independiente del CONICET.

244 Se reconstruyeron entonces las fases de surgimiento y consolidación de los sectores dominantes a escala regional en el marco de los estudios destinados a los procesos de formación de burguesías en sociedades de industrialización periférica. Desde distintas perspectivas, incluido el análisis de familias, se estudiaron los factores que actuaron como cohesionadores de los grupos socioeconómicos mas importantes de Neuquén, particularmente las redes parentales y los negocios, intentando superar la visión individualista del empresario para situarlo en el marco de la interdependencia generada por sus relaciones étnicas, sociales y económicas, así como por su proyección en el campo de la política. Las relaciones existentes entre las facciones políticas y las redes parentales, entre el espacio público y los negocios privados, se habrían visto fortalecidas, en el caso de Neuquén, por la falta de estructuras políticas consolidadas, reemplazadas por un denso entramado de redes comerciales, parentales y étnicas que funcionaron como verdaderas organizaciones sociales de carácter local. Esto último, facilitado por la lejanía de los centros nacionales de poder, el aislamiento, la desvinculación de los mercados nacionales y la marginación socio-política de sus habitantes. Los sectores privados fortalecieron de esa manera su rol en la reproducción de las propias estrategias de acumulación, ya fuese a través de la función de proveedores de un gobierno territoriano siempre empobrecido o por medio del mantenimiento de relaciones sociales pre-capitalistas con los sectores productivos no capitalizados. El estudio de la economía ganadera históricamente dominante permitió entonces comprender, desde las relaciones de producción vigentes, la formación y consolidación de los grupos dominantes, que a través de una serie de mecanismos característicos se apropiaban de una parte sustancial de los excedentes generados por el conjunto de la actividad, particularmente por los pequeños productores dispersos en el interior rural neuquino. Estas posibilidades de acumulación se incrementaron a partir del cierre comercial de la frontera con Chile, en un proceso de larga duración que se extiende entre la década de 1920 y la segunda posguerra, provocando la absoluta dependencia de estos pequeños crianceros de las diferentes escalas de intermediación comercial, única forma posible de colocación de sus diversos bienes ganaderos en el mercado extrarregional. Pequeños comerciantes -bolicheros- y grandes comerciantes -acopiadores- se convirtieron así en el primer eslabón de acceso al mercado para estos grupos sociales, utilizando el trueque y los adelantos a la producción como formas características de acumulación. Sumado a ello, el manejo casi exclusivo del crédito -para productores y dependencias oficiales-, la provisión de bienes diversos a las instituciones gubernamentales, los adelantos de sueldos, la participación en las estructuras de poder territorianas -Jueces de Paz, Comisiones de Fomento, Municipios-, fueron las estrategias utilizadas para incrementar el poder económico y político de estos grupos y, en el entramado de relaciones así conformado, construir una base clientelar de poder, variable fundamental al momento de producirse la provincialización del Territorio. En el caso de los sirio-libaneses, sector fundador del Movimiento Popular Neuquino -MPN-, tales estrategias quedaron ampliamente demostradas. Los grandes productores-terratenientes, por su parte, también comerciantes en sus orígenes, hicieron del aprovechamiento de la “bifrontalidad” comercial del territorio una parte importante de su capacidad de acumular. Mientras fue rentable la

245colocación de vacunos en pie a Chile, el mercado del Pacífico fue prioritario, en tanto que el del Atlántico se utilizaba para colocar lanas, pelos caprinos y otros derivados ganaderos. En cualquiera de las dos formas, las vinculaciones productivas -compra de campos en otras áreas- y comerciales, siempre fueron externas a la región misma, permitiéndoles manejar sus estrategias de acumulación de manera mas independiente del control político directo del territorio, sobre todo en su etapa tardía de provincialización que ya los encontraba consolidados y vinculados a otras estructuras de poder, particularmente porteñas. Hemos demostrado como el proceso de apropiación de tierras, si bien no necesariamente públicas, porque en la mayoría de los casos estudiados -tanto de los inversores ya capitalizados de origen chileno como de las familias que iniciaron su acumulación de capital en la región-, se hizo sobre la base de la adquisición a los primitivos concesionarios originales, miembros de las estructuras de poder nacionales, fue un elemento importante en la capacidad de acumular, especialmente para aquellos sectores para los cuales, seguramente por razones culturales, la propiedad inmueble era símbolo de “status” y de poder. Si descartamos a las compañías chilenas, porque su negocio en Neuquén contribuyó a fortalecer la capacidad de acumulación de sus propias burguesías, ya sea las del valle central como las pertenecientes a las provincias del sur del país, los casos mas sobresalientes estudiados confirmaron nuestras hipótesis sobre la existencia de estrategias distintas de acumulación respecto de los grupos estrictamente mercantiles como los sirio-libaneses. En efecto, en los casos de las familias donde el capital comercial acumulado se destinó decididamente a las inversiones en tierras y ganados, las alianzas matrimoniales fueron la base de la conformación de las redes sobre las cuales descansó la expansión y consolidación de los sectores terratenientes locales – Zingoni, Arze, Canter, Yerio, Guevara, Cordero, Rambeaud-. La tendencia a los matrimonios dentro mismo del sector propietario-ganadero, a través incluso de lazos múltiples con miembros de una misma familia (Ej. Zingoni-Arze), les permitió incrementar el patrimonio económico a través de una importante concentración de tierras y riquezas, a la vez que sirvió al fortalecimiento y unificación de la red familiar. Estos grupos, si bien tuvieron una importante participación en la organización política territoriana, ejerciendo cargos variados en las Comisiones de Fomento o en la Justicia de Paz, que indudablemente sirvieron a la consolidación de su poder económico, reflejaron sin embargo una participación menor en las instancias de provincialización y, cuando la tuvieron, nunca estuvo vinculada al partido hegemónico provincial sino a fuerzas políticas de carácter nacional como el Partido Radical. Ocurre que, en estos casos, al convertirse la ganadería ovina en el centro de sus actividades y estar su producción mayormente orientada hacia los mercados del Atlántico, las vinculaciones económicas y financieras más importantes estuvieron siempre fuera del territorio. Por eso, estos grupos pudieron concretar sus negocios privados de alcances extraterritoriales sin necesidad de controlar directamente el aparato político provincial; tema que sí fue fundamental en el caso de los sirio-libaneses, cuyas mayores posibilidades de acumulación residían básicamente en poder reproducir su posición de intermediarios regionales de otros sujetos agrarios con menor o nula capacidad de acumulación.

246 Hemos demostrado además como el corte de las relaciones comerciales con el Pacífico actuó como verdadero elemento disruptor de un estilo perdurable de intercambio regional, definiendo la vinculación definitiva del territorio con el mercado nacional en un proceso de desigual integración espacial que afectó sobre todo a los pequeños crianceros de ganado menor del noroeste neuquino, que pasaron a depender de manera mas definitiva de las sucesivas cadenas de intermediación comercial. Los más importantes ganaderos del área andina del sur del territorio, más diversificados en su orientación mercantil, accedieron rápidamente a las ventajas que el propio sistema les aseguraba -moratoria bancaria y disminución de los fletes ferroviarios-, en tanto aprovechaban su inserción ya más consolidada con los grupos económicos y financieros del área bonaerense. La práctica del trueque, intensificada por el aislamiento y las condiciones periféricas del territorio; la estructuración de un circuito financiero pre-bancario que permitía el monopolio del crédito por parte de los “bolicheros”; el abastecimiento de los ejércitos nacionales y de los diversos ámbitos de la administración territoriana; los adelantos de sueldos y las cadenas de endeudamiento entre los ámbitos privado y público; fueron algunas de las vías mas importantes por las cuales los sectores comerciales acrecentaron sus posibilidades de acumulación en un proceso que fue común tanto a los grupos comerciantes-ganaderos antes mencionados como a los grupos mercantiles sirio-libaneses, permitiendo en ambos casos una importante concentración de la riqueza. Sólo que éstos últimos, al reorientarse definitivamente el intercambio regional, buscaron en algunos casos ampliar sus alternativas económicas prestando servicios comerciales a la creciente demanda de las nuevas actividades productivas desarrolladas por el Estado Nacional en el área oriental del territorio, como es el caso de la familia Sapag y su temprana vinculación con el sector petrolero. La misma situación de reorientación comercial, según vimos, actuó favorablemente para la futura consolidación política de los grupos mercantiles de este origen. Asentados en el interior del territorio y formando parte de una vasta red de intermediación, que abarcaba desde el “mercachifle” ambulante que recorría los ámbitos rurales hasta el acopiador importante ubicado en la cabecera departamental o en la punta de rieles, pasando por el bolichero de la localidad mas cercana, se convirtieron a escala regional en el primer escalón de acceso de los pequeños productores al mercado nacional, razón por la cual se volvía indispensable lograr el control político para asegurar el mantenimiento de las formas sociales de producción. Estos grupos, por su parte, no hicieron de la compra de tierras el eje de sus preocupaciones económicas, ni tampoco sus matrimonios fueron necesariamente endogámicos. En general, lo que importa en estos casos es la estructura del grupo familiar y su proyección social, firmemente apoyada en la figura del patriarca fundador y en la continuidad del apellido. En estos casos, según vimos, la estrategia de acumulación original fue estrictamente mercantil, sobre la base de una verdadera organización social construida a partir de las cadenas de intermediación comercial. Luego, asumido el control del aparato estatal, esa misma organización social preexistente sirvió como mecanismo de dominación para integrar variados intereses regionales debajo de la órbita de un único partido provincial. El discurso federalista -preexistente en el ámbito territoriano- permitió consolidar esas prácticas clientelares junto a actitudes paternalistas que oficiaban de intermediarias con la dominación

247nacional, mostrando incluso capacidad de contenerla. En este sentido, la etapa de provincialización abrió un espacio legitimado jurídica y políticamente para garantizar la continuidad de estas estrategias de acumulación a través de la creación de un partido político local y la perdurabilidad en el control del aparato estatal.

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